sábado, 24 de julio de 2010

Grecia


A partir del tercer milenio antes de la era Cristiana florecieron las primeras civilizaciones del mar Egeo, en Creta, las Cícladas, en Grecia y en Asia Menor. En Creta se asentó una civilización llamada minoica, cuyo desarrollo se establece hacia el 2000 A.C., época en la que se construyeron los palacios de Cnosos, Festo, Zákros y La Canea o Malia.

Durante el primer período minoico, llamado minoico antiguo, entre el 2700 y el 2000 A.C. Creta se hallaba dividida en diversos reinos que vivían en prosperidad, cuya situación se prolongaría para el minoico medio entre el 2000 y 1750 A.C., en donde se daría la construcción de los primeros palacios y el desarrollo de la metalurgia del bronce, la cerámica y la orfebrería, así como el comercio marítimo con las Cícladas, Rodas, Chipre y oriente. Hacia 1750 y 1700 A.C. desaparecerían los primeros palacios, sin conocerse la causa, estipulada por invasiones extranjeras, revueltas ante jefes excesivamente exigentes o terremotos.

Entre 1700 y 1400 A.C. en el minoico reciente, se erigió en Creta una segunda generación de palacios y entre ellos, el de Cnosos. El palacio constituía el centro de la vida económica y religiosa, en donde se almacenaban alimentos y excedentes de la producción agrícola. También era el lugar de trabajo de los artesanos y funcionarios, además de ser una residencia principesca. Los palacios estaban gobernados por personajes que eran a la vez monarcas y jefes religiosos y al parecer durante esta época dominaban a sus vecinos de Malia y Festo.

En esta isla, la producción de cereales era insuficiente como consecuencia de las largas sequias, pero por el contrario los árboles frutales, la vid, el olivo y las colmenas producían excedentes que se almacenaban. Durante este período la actividad comercial marítima era la más importante para Creta, viviendo de la pesca, la alfarería y el trabajo de metales, quienes a través del intercambio comercial eran importados a Creta, mientras los excedentes agrícolas eran exportados a través de las rutas marítimas.

Desde el segundo milenio antes de Cristo, esta región fue sometida por grupos indoeuropeos, que sentaron las bases de la civilización griega bajo el nombre de aqueos, quienes se impregnaron de la cultura minoica. A partir de 1450 A.C. muchos de los palacios fueron destruidos, asumiendo la causa por una invasión micénica, que fascinados por la riqueza de Creta debieron invadirla para el siglo XV A.C. mientras que otra de las causas estipuladas, esta referida a un supuesto maremoto que hundió la flota de Creta, como consecuencia de la erupción del volcán submarino Santorín para esa época.

A comienzos del segundo milenio antes de Cristo, pueblos de origen indoeuropeo llamados micénicos, se infiltraron en la península balcánica y destruyeron los asentamientos de sus civilizaciones, así como en la isla de Creta, después de la destrucción de sus palacios, estableciendo un nuevo dominio sobre Grecia y el mar Egeo.

Bajo esta civilización la vida familiar se realizaba en torno a una estancia en cuyo centro estaba el hogar, mientras que el palacio micénico estaba encerrado a diferencia del cretense, centrado en la sala del trono llamado megarón. La religión sufrió transformaciones, centrándose en la creación de tumbas funerarias y las primeras creencias en dioses como Zeus, Hera, Poseidón, Hermes, Atenea, Artemisa y Dioniso, a diferencia de las diosas femeninas de la fertilidad de los cretenses.

Micenas era la ciudad más importante de esta civilización, protegida por imponentes fortalezas y murallas, era capaz de resistir un asedio, siendo bastante rica en oro. El centro de la ciudad ya no sería el palacio como recinto religioso, sino el demos, un campo exterior en donde vivía la población agrupada en comunidades campesinas, gobernados por príncipes belicosos que dirigían la administración del palacio y el ejército, nombraban funcionarios y escribas y ejercían su autoridad sobre el reino, mediante la recaudación de impuestos y la posesión de territorios en donde trabajaban, campesinos, esclavos o libres.
Durante su época los micénicos se expandieron por todo el Mediterráneo, encontrándose una poderosa flota que conquisto Troya y cuya influencia es encontrada en Sicilia, las Cícladas, en la costa de Asia Menor, en Chipre y en Fenicia, quienes relevaron el dominio marítimo a los minoicos.
Aunque los
micénicos eran una civilización guerrera hacia 1200 A.C. desapareció súbitamente, tal vez como consecuencia de nuevas invasiones o de rebeliones internas, en donde las últimas fortificaciones fueron derrumbadas y los últimos palacios de Creta destruidos, dejando los aqueos el mayor legado cultural como los primeros helenos de la civilización griega, que entro en tres siglos de oscuridad tras las invasiones.

Las ciudades griegas proliferaron desde el siglo VIII A.C. ubicados al sur de la península balcánica y en el litoral del mar egeo, se desarrollaron con sus dioses, sus instituciones, sus particularidades y diferencias. Los historiadores denominan a esta época como arcaica, a partir de la invención del alfabeto griego, legado de los fenicios, al que se le añadieron las vocales y que abarca hasta el siglo V A.C. época de la Grecia clásica.

En el siglo VIII A.C. después de la destrucción de las ciudades micénicas, los griegos se dividieron en pequeñas comunidades que ocupaban el territorio, llamadas polis, como especies de ciudades estado gobernadas por reyes o jefes guerreros, cuyo mandato era hereditario. En Atenas destacaron las dinastías de los Erecteidas y los Mentoditas y en Esparta la de los Agíadas y los Euripóntidas.

Estas ciudades estado eran comunidades poco numerosas dominadas por familias importantes, llamadas eupátridas, que se llamaban así mismos, los aristoi, es decir los mejores, de donde deriva el término de la aristocracia, cuyo poder estaba sustentado en la tenencia de tierras, como única fuente de riquezas. Las polis estaban dirigidas por tres magistrados o arcontes escogidos entre los eupátridas. El primero, el arconte epónimo, daba su nombre al año en curso, el segundo, el arconte rey, conservaba las funciones religiosas del antiguo rey, el tercero, el arconte polemarca, era el jefe del ejército. Al dejar su cargo, los arcontes pasaban a formar parte del Areópago, o consejo de ancianos.

La sociedad evoluciono durante el período arcaico, trayendo un aumento en la prosperidad de las ciudades. El comercio y la artesanía se sumaron a la tenencia de tierras como fuentes de riquezas y creció la población urbana, trayendo tensiones entre los ricos, los poderosos hacendados y los campesinos pobres, causando transformaciones en las ciudades. Entre ellas Esparta, destaca por una original solución, para el siglo VI A.C. al adoptar una severa constitución, atribuida al reformador Licurgo.

Bajo esta constitución la sociedad espartana estaba jerarquizada en tres grupos principales: los homoioi que tenían categoría de ciudadanos y disfrutaban de derechos políticos, eran los únicos considerados como ciudadanos espartanos, formados por soldados permanentes, llamados hoplitas, que además formaban parte de la asamblea del pueblo y podían designar a los gerusía, o consejo de ancianos, así como a los cinco éforos o magistrados elegidos cada año. Por otro lado encontramos a los periecos, formados por hombres libres, agricultores, ganaderos o artesanos que no tenían acceso a la ciudadanía y finalmente los ilotas o esclavos, propiedad del estado y formaban la mayor parte de la población.

Como consecuencia del crecimiento demográfico que se suscitaba en Grecia desde mediados del siglo VIII hasta mediados del siglo VI A.C. una importante oleada de emigración se desplazo hacia las costa de Asia de Menor, impulsando a los griegos a formar colonias dependientes de la metrópolis central, favoreciendo la adquisición de tierras y aminorando las diferencias de clases, constituyéndose una nueva aristocracia de hacendados.

A pesar de la diferencia entre las ciudades griegas, estas se mantenían unidas al considerarse como helenos, es decir que pertenecían a una misma comunidad, unida por la lengua griega, común en todas las ciudades y la religión, en donde la constitución de los dioses del Olimpo estaba presente en todas ellas, además de los juegos panhelénicos que congregaban a las comunidades, siendo en un principio ceremonias religiosas, que pasaron a convertirse en pruebas deportivas, destacando los juegos de Olimpia, que tenían lugar cada cuatro años, celebrados desde el 776 A.C.

Durante el siglo VII y VI A.C. la guerra civil fue una amenaza constante para las ciudades estado, dominadas por las familias aristocráticas, que empezaron a evidenciar un retroceso en su poder como consecuencia de dos aspectos relevantes. En primer lugar, el de carácter militar como resultado de las guerras constantes en el mundo griego le dieron parte fundamental a los soldados de infantería, por lo que llego un momento en que los hoplitas, se negaron a defender las ciudades en las que se sentía excluidos, y en segundo lugar el surgimiento del comercio, la moneda y la artesanía, acompañado con el auge de la cerámica exportada por el Mediterráneo por las colonias establecidas, sustituyo a la agricultura como principal fuente de producción, estableciendo nuevas condiciones económicas que afectaron el modo de vida de la aristocracia.
Estos cambios provocaron que pequeños campesinos, dependientes de las actividades agrícolas, se sumieran en la pobreza y se endeudaran con los grandes terratenientes, iniciándose un período de luchas en la que los campesinos reclamaban el reparto de tierras y la abolición de las deudas.

Esta crisis planteo la necesidad de reformas, por lo cual surgen importantes legisladores en las ciudades, entre ellos destacan Carondas en Catania y Pitágoras en Cretona, por su lado Esparta seguía fiel a la reforma de Licurgo y en Atenas destacan la reforma de Solón, para 594 A.C., quien instauro la seisacteia, es decir, la abolición de las cargas de los campesinos y las servidumbres por deudas, estableciendo leyes comunes para todos los ciudadanos, que se dividieron en cuatro clases, sentando las bases de la democracia ateniense.

A pesar del esfuerzo de los legisladores, las luchas entre las ciudades continuaron, haciendo que hombres fuertes tomaran el poder por la fuerza, contando con el apoyo popular, entre los que destacan Pisístrato en Atenas, Polícrates en Samos y Trasíbulo en Mileto. Estos tiranos no se interesaron en reformar la constitución de las ciudades, pero llevaron a cabo políticas de prestigio, emprendiendo grandes obras y estimulando la economía de las ciudades.

Las tiranías duraron un poco más allá del siglo VI y solo constituyeron un remedio provisional a la crisis. En Atenas un aristócrata llamado Clístenes fue quien establecería la democracia en Atenas. Hacia 508 A.C. instauro el régimen de la isonomía, es decir la igualdad de la ley, que bajo su opinión, solo el reparto del poder podría garantizar la estabilidad de la ciudad.

Clístenes dividió a la ciudad en un centenar de comunidades, llamadas demos, agrupadas en tres regiones, la Mesogaia (el interior), la Paralia (la costa) y el asty (la ciudad). La población fue dividida en 10 tribus y el poder estaba confiado a un consejo de 500 miembros elegidos por sorteo, representada por 50 miembros de cada tribu. De esta manera el poder circulaba por todo el cuerpo cívico, por encima de los intereses locales y familiares, Clístenes logro reemplazar las comunidades arcaicas por una comunidad política, en función de una concepción geométrica de la ciudad, como si la armonía estuviese regida por una razón matemática.

El fin de la Grecia Arcaica, también coincide con el surgimiento de la ciencia y la filosofía griega, en donde los pensadores, principalmente jonios, se basaron en la lógica para organizar el mundo y explicar su creación y funcionamiento, así como intentaron hallar el principio universal que regia el universo.

En el siglo V A.C. iniciaron las guerras médicas como consecuencia de la expansión del Imperio Persa, de la dinastía de los Aqueménidas, basándose en un principio religioso en donde toda la tierra debería estar en manos del gran rey. Hacia 492 A.C Darío, rey de Persia consiguió establecer su dominio sobre Tracia y Macedonia, controlando el estrecho del Helesponto, que une Asia y Europa, se había convertido en una amenaza para los griegos.

En la ciudad de Mileto, en Asia Menor, gobernada por el tirano persa Aristágoras, la aristocracia persa de los Naxos es expulsada por sus adversarios, por lo que Aristágoras pide ayuda a Darío para recuperar el poder, pero la operación fracasa y ante el miedo frente a la reacción del rey, Aristágoras decide pedir a las ciudades griegas de Asia Menor que se sublevaran ante los persas, pidiendo ayuda a la Grecia continental de la que solo recibe el aporte de 20 Trirremes de Atenas y 5 navíos de Eretria.

Las tropas griegas desembarcaron en Asia Menor y entraron en Sardes incendiándola, pero se vieron obligados a reembarcar frente a la caballería persa. Ante la destrucción de la ciudad el pueblo empezó a cuestionar el mandato del rey, por lo que Darío inicia la ofensiva con su ejército derrotando al enemigo en Lades y tomando una a una las ciudades jónicas, hasta que llega a Mileto, foco de la insurrección y saquea a la ciudad para el 494 A.C. deportando a la población a Mesopotamia. Por otro lado Darío, ante el apoyo de Atenas, manda a sus súbditos que le repitieran a diario “Señor acuérdate de los atenienses”, para mantener viva su sed de venganza.
Por otro lado, no todos los atenienses eran hostiles a Darío, de hecho existía una profunda división entre los partidarios y los contrarios a Darío. En Atenas Milcíades reunió a todos los que rechazaban la alianza con los persas, mientras que el antiguo tirano Hipias representaba a los favorables a Darío, mientras muchas otras ciudades presentaban la misma división ante la tentativa persa. Por esta razón para 490 A.C. Datis, almirante de los persas emprendió una expedición a las Cícladas y Eubea para obtener la alianza de las ciudades griegas e instalar regímenes vasallos.

En ese mismo año los soldados persas desembarcaron en las playas de Maratón, a 40 kilómetros de Atenas, mientras a su vez Milcíades consiguió convencer a la asamblea griega, para salir al encuentro con los persas y pedir ayuda a Esparta y Platea. Como los espartanos se retrasaban, fueron los hoplitas atenienses y platenses, quienes cerraron el paso a los persas. Pero la batalla no inicio de inmediato, ambos bandos se encontraban a la defensiva, por lo que Datis decidió reembarca para atacar a Atenas directamente por mar, pero ante la tentativa Milcíades da la orden de la ofensiva y la carga de los hoplitas venció a los arqueros persas, quienes quedaron bloqueados en sus barcos.

Ante la victoria, el infante Filípides recibe la orden de avisar a la ciudad de Atenas sobre el ataque, mientras los hoplitas se ponían en marcha rápidamente, ante el posible desembarco persa. Cuando Datis llego frente a la ciudad, esta estaba fuertemente defendida, por lo que juzga inútil insistir y se retira, siendo una victoria gloriosa para los griegos. Desde este momento los griegos dejaron de temer ante el reinado de un tirano y Persia tendría que esperar 10 años ante una nueva tentativa, mientras Atenas se fortalecía e enriquecía, mandando a construir una flota de 200 trirremes, anexando campesinos como remeros y hoplitas quienes compartirían con el ejercito griego el honor de defender el Ática.

A la muerte de Darío, su hijo Jerjes hereda el imperio para el 486 A.C. y ante un imperio en revueltas, restablece la situación y decide realizar una nueva expedición ante los griegos, esta vez frente al mando de cientos de miles de soldados dispuestos a aplastar a Atenas y 1200 barcos tripulados por fenicios, persas y griegos de Asia.

El avance enemigo desencadeno una crisis en Grecia, mientras las primeras ciudades ya se rendían, por los que los atenienses decidieron recurrir nuevamente a la pitia de Delfos, estableciendo que depositaran su confianza en su flota de trirremes. Para el 481 A.C. 30 ciudades se reunieron en la isla de Corintio y entre ellas Esparta que no creía en la victoria de Atenas, a la que inclusive se le da el mando de las operaciones militares.

Frente al poder del ejército enemigo, el poder de los griegos estaba en el conocimiento del accidentado relieve de su región. Decidieron defender el sur de Tesalia, en el desfiladero de las Termopilas en donde se instalo Leónidas, uno de los reyes de Esparta con 7000 hombres, mientras los trirremes bloquearon el canal de Oreos para proteger el Ática. A su vez los persas decidieron coordinar su ataque por tierra y por mar, pero una terrible tormenta arraso los barcos griegos en el cabo de Artemision y en tierra una traición para los griegos permitió a los persas rodear el desfiladero de las Termopilas y sorprender a Leónidas, quien manda a regresar al resto de las tropas, mientras el se sacrifica con 300 espartanos.

El ejército persa, comandado por Mardonio avanzo hacia el sur, saqueando las ciudades y masacrando la población, mandando a arrasar la Acrópolis, mientras los peloponesios se replegaban, los atenienses que habían abandonado el Ática, se refugiaban en sus barcos preparados para resistir. Los atenienses consiguieron que las fuerzas navales se concentraran en la estrecha bahía de Salamina, donde su inferioridad numérica no sería perjudicial, ya que el estrecho espacio no le permitiría a la flota persa replegarse. Entonces Temístocles atrajo la atención de los barcos persas, haciéndoles creer que los barcos atenienses se dispersaban llevándolos hasta la bahía, en donde lo esperaban los trirremes en formación cerrada, que rodearon a los barcos enemigos, constituyendo un desastre para los persas ante la victoria naval ateniense.

Los persas bajo el mando de Mardonio, continuaron resistiendo, mientras espartanos y atenienses construían un muro defensivo, 10.00 hoplitas espartanos se reunieron con los atenienses en Eleusis y se dirigieron a Platea en donde esperaban los persas, enfrentándose un total de 40.000 hoplitas contra 300.000 persas, mientras los primeros se defendieron con un perfecto conocimiento de la guerra y a pesar de su inferioridad numérica alcanzaron la victoria en el 479 A.C. y a su vez la flota ateniense se dirigió hacia Delos y a Samos, hasta que al llegar al cabo Micala destruyo toda la flota persa convirtiéndose Atenas en la dueña del mar Egeo.

Las guerras médicas fueron importantes para los atenienses, al permitirles construir una alianza que unía a varias ciudades griegas, que se consolidaron en el poder de Atenas, que entro en una edad de oro, formando la liga de Delos para el 476 A.C en donde las ciudades pagaban tributos a Atenas, mientras esta aseguraba su flota y su dominio sobre el mar Egeo, firmando la paz con los persas para el 449 A.C. mientras que era inminente un próximo enfrentamiento entre dos potencias una marítima Atenas y otra terrestre Esparta.

En 480 A.C. cuando los griegos aniquilaron la flota Persa, en la bahía de Salamina, Pericles contaba con 15 años, sobrino nieto de Clístenes, precursor de la democracia ateniense prosiguió con la lucha de este frente a las pretensiones de los aristócratas de Atenas. Pericles se alió con importantes creadores griegos como Fidias, el maestro del Partenón, Sófocles que dio la tragedia griega y su forma clásica y Protágoras, el filósofo que enseñó que “el hombre es la medida de todas las cosas”.

La democracia ateniense no había cambiado desde Clístenes formada por un consejo de 500 miembros, de 50 de cada tribu del Ática, elegidos por sorteo, cada ciudadano podía ser miembro 2 veces por lo que había muchas posibilidades para acceder, mientras la justicia era impartida por 6.000 jueces mayores de 30 años elegidos por sorteo.

La estructura social estaba formada hacia 462 A.C. por 35.000 o 46.000 ciudadanos , en conjunto con 10.000 o 15.000 extranjeros libres, que participaban de la actividad comercial sin ser ciudadanos ni poseer derechos políticos y 100.000 esclavos, que formaban la mayor parte de la población, comprados en los mercados, algunos vivían en condiciones miserables, mientras otros en niveles de vida semejantes a los de sus amos, a diferencia de Esparta en donde los esclavos se sublevarían entre el 464 y el 462 A.C.

Cuando estallo la revuelta, el líder aristócrata llamado Cimón ofreció su ayuda a Esparta, situación que aprovecho Pericles y su amigo Efialtes para limitar el poder del areópago o consejo aristocrático que tenía la función de guardar la constitución de la ciudad. Aprovechando su expedición a Esparta Efialtes logro que se adoptara una nueva ley que limitaba las funciones del areópago, fortaleciendo la democracia en Atenas, pero por el contrario cada ciudadano debía desempeñar su papel en la asamblea, presentándose problemas en campesinos, que debían dejar sus bienes al menos durante un día para presentarse a la asamblea, siendo perjudicial esta situación para ellos.

Como resultado del movimiento de Efialtes, este fue asesinado por los oligarcas, por lo que Pericles decidió reforzar la democracia al facilitar la participación de los ciudadanos más pobres con una indemnización, mientras los más ricos eran obligados a pagar para realizar actividades religiosas y militares. Así para el 460 A.C. Pericles había logrado fortalecer la democracia en Atenas, debilitar el poder de la aristocracia y expulsar a Cimón dela polis, decidiendo mejorar las condiciones de la ciudad.

Pericles emprendió grandes obras públicas, hizo construir murallas y a Fidias le ordeno reconstruir la Acrópolis de Atenas. A partir de 454 A.C. reforzó el mandato de Atenas sobre la liga de Delos y el tesoro de la liga, conservado en la isla de Delos, fue transferido a Atenas, bajo la excusa de la inseguridad del lugar, por lo que la suma de las ciudades aliadas pasaron a depender de Atenas y a cambio estas podían participar en el consejo, para la toma de decisiones.

Después de 454 A.C. Atenas disolvió el consejo de las ciudades, dejando la toma de decisiones en manos de la asamblea ateniense. A partir de allí las 160 ciudades ya confederadas tenían dos opciones o sublevarse o someterse, ya que si se negaban a pagar tendrían que enfrentarse a los trirremes que imponían la “paz de Pericles”. Además de esto, Atenas impuso su moneda en todas las ciudades y Pericles estableció colonias militares que controlaban las rutas comerciales, convirtiendo a la ciudad de la democracia, en la potencia más imperialista de todas.

En 446 A.C. Atenas firmaría una alianza de momentánea paz con Esparta y la solidez de esta se basaría en la unión de sus ciudadanos, mediante la participación en la vida política y la unión religiosa, expresada a través de festejos a los dioses y por supuesto en el teatro, reflejo de los acontecimientos de la ciudad y principalmente de la tragedia, que entraría en evolución con la forma clásica del teatro de Sófocles y la comedia de Aristófanes, pero era inminente el estallido de una nueva guerra en Grecia.

En 431 A.C. una colonia de Corintio, Corcina, se sublevo ante Atenas, obligando a Potidea, antigua colonia corintia a la revuelta, prohibiendo a sus comerciantes negociar con el Ática y de esta manera Conrintio, Megara y Egina se presentaron ante la asamblea de Esparta con la exigencia de atacar a Atenas.

Los espartanos, en un inicio reticentes, terminaron por ser convencidos e iniciaron la guerra del Peloponeso con 40.000 Hoplitas, mientras los atenienses por tierra solo contaban con 13.000 hoplitas y 1.200 jinetes., pero poseían la flota más poderosa de todas.

Durante la guerra los espartanos saquearon varias veces el Ática, mientras los atenienses ocupaban Egina. En 430 A.C. los atenienses tuvieron que enfrentar una epidemia en donde murió casi un tercio de la población y entre ellos Pericles que sucumbió ante la enfermedad para el 429 A.C. A su muerte Atenas se vio dividida, el aristócrata Nicias propugnaba una guerra defensiva, mientras Cleón proponía otra ofensiva.

Posteriormente Cleón consiguió apresar 292 hoplitas enemigos y la guerra prosiguió con más fuerza. En 421 A.C. dos de los más importantes hombres, el ateniense Cleón y el espartano Brásidas cayeron en Anfípolis, una colonia ateniense, cuyas muertes permitieron entablar negociaciones entre las dos ciudades, Esparta temía por sus prisioneros, así que Nicias firmó la paz con Esparta.

La paz de Nicias no duro mucho, ya que un nuevo jefe llamado Alcibíades, sobrino de Pericles, apareció en la gesta política y jugando con las ciudades del Peloponeso a favor de su ambición, atrajo a los enemigos de Atenas como Argos y la guerra se reanudo para el 418 A.C. y Esparta restableció su dominio sobre el Peloponeso, mientras que en Atenas reinaba la confusión, ante el moderado Nicias defensor de la paz y el ambicioso Alcibíades que proponía la guerra.

Alcibíades consiguió convencer a la asamblea griega para expandirse por occidente y atacar Sicilia, por lo que en el 415 A.C. los atenienses enviaron una expedición contra Siracusa. Entretanto las conspiraciones, hicieron que se acusara a Alcibíades de haber mutilado los bustos de Hermes, por lo que se envía un navío para traerlo de vuelta a Atenas, mientras Siracusa pedía apoyo a Esparta. Alcibíades consigue escapar y se une a los espartanos, haciéndole ver la traición ateniense, por lo que Esparta decide enviar sus tropas en defensa de Siracusa. Entonces Atenas dio la orden de ataque, pero se produjo el mayor desastre de todos, 12.000 muertos y la destrucción de su flota.

Para acabar definitivamente con el imperio ateniense, Esparta se alío con los persas, quienes tuvieron de consejero a Alcibíades, quien buscaba su regreso a Atenas. Las guerras por el dominio de Asia Menor se reanudaron, mientras que Atenas se sumía en el período de mayor crisis política, la ciudad cuestionaba la democracia y para el 441 A.C. se suscito un golpe de estado y el consejo de 500 fue sustituido por un consejo de los 400 pudientes. La flota ateniense destituyo a los jefes y proclamaron a los demócratas Trasíbulo y Trasilo, quienes buscaron ayuda en Alcibíades, que convenció a los persas para ayudar a Atenas y no a Esparta, consiguiendo regresar a la ciudad. En 406 A.C. Atenas consiguió una victoria sobre Esparta en las islas Arginusas, pero muchos atenienses murieron en la lucha. A pesar de la victoria el comandante de la flota espartana Lisando se apodero de una buena parte de la flota ateniense y asedio la ciudad, mientras el pueblo se moría de hambre tras las murallas, en 404 A.C. consiguió entrar en esta. Tebas y Corintio velaron por que esta fuese saqueada pero Esparta se opuso y se limito a destruir sus fortificaciones y apoderarse de la flota, derrotada Atenas solo quedaba con 12 trirremes.

En 401 A.C. los espartanos participaron en la expedición de Ciro el joven contra su hermano Artajerjes II, rey de Persia, con el fin de destronarlo. Los dos ejércitos se enfrentaron en Cunaxa y tras la derrota y muerte de Ciro, los 10.000 mercenarios griegos emprendieron la retirada hacia el mar, incitados por los persas a sublevarse frente a Esparta. En 394 A.C. la flota lacedemonia fue derrotada por Atenas, que había reconstruido sus murallas y fortalecido su poderío naval.

En 386 A.C. Artajerjes, impuso la prohibición de la hegemonía de una ciudad sobre otra y sometió a los griegos de Jonia. En 371 A.C. el general tebano Epaminondas venció en Leuctra por primera vez a los hoplitas espartanos, por lo que Atenas, ante el miedo de la tentativa tebana decidió aliarse con Esparta. Sin embargo, los tebanos vencieron a los 2 ciudades en el 346 A.C. en Matinea y se impuso una hegemonía tebana, mientras que Filipo II, rey de Macedonia, aprovechando el debilitamiento de las ciudades, se hacia con un poderoso ejército para someterlas.

En 359 A.C. tras la muerte de su hermano, Filipo se apodero del trono y formo un poderoso ejército en Macedonia, al norte de Grecia, creo un Estado y lo administro, así como lo enriqueció con oro de las minas del monte Pangeo. De 357 a 388 A.C. extendió su dominio por toda Grecia. En primer lugar ocupo las colonias atenienses e intervino en los conflictos de ciudades.
En 351 A.C. Demóstenes alerto a Atenas del advenimiento de Alejando, tras una firma de paz momentánea en 346 A.C., Demóstenes decide movilizar las fuerzas atenienses contra el rey de Macedonia que controlaba Tracia y Tesalia, quien tuvo que enfrentarse a los escitas en el norte y a una coalición entre Atenas y Tebas al invadir Beocia y tras la batalla de Queronea con la ayuda de su hijo Alejandro, derroto a ambas ciudades para el 338 A.C.

Las causas que conllevaron a la derrota de las ciudades fueron principalmente las divisiones internas entre ricos y pobres, el incremento de impuestos y la falta de ingresos, acompañado con la sustitución de los hoplitas por mercenarios, apoyaron aun más a la victoria de Filipo.
Después de su victoria Filipo convoco a los representantes de las ciudades en Corintio y formo una confederación helénica., con la cual Filipo unió a los griegos bajo su mando con el objetivo de atacar Persia y consolidar su poder y la influencia del panhelenismo, pero en 336 A.C. es asesinado por unos de sus oficiales y su gran sueño quedara en manos de su hijo Alejandro Magno.

A los 13 años, Alejandro consiguió dominar al caballo que nadie había logrado domar, Bucéfalo, al darse cuenta que este le tenía miedo a su propia sombra, lo puso frente al sol y consiguió montarlo. A los 20 años cuando su padre murió ya había participado de actividades políticas a los 16 cuando su padre emprendió la guerra contra Bizancio y a los 18 lo había ayudado a vencer en Queronea, además de ser educado por el filosofo Aristóteles, y leído los poemas de Homero, se formo como guerrero y político, mientras su madre le decía que era descendiente de los dioses.
A la muerte de Filipo, las ciudades griegas se sublevaron por lo que Alejandro decidió arrasar Tebas para el 335 A.C. pero respetando la casa del poeta Píndaro y los templos de los dioses, gracias a la educación que había recibido. Posteriormente emprendió campañas contra los pueblos que lo amenazaban en el norte del país y decidió reemprender la aventura de su padre contra los persas de Darío III, el gran rey.

En 334 A.C. Alejandro organizo todo para la expedición, se rodeo de generales fieles como Antígono, Tolomeo y Seleuco, partiendo a la ayuda del ejército de su padre en Asia, mientras dejaba Macedonia y Grecia en manos de unos de sus lugartenientes Antípatro, que detuvo una revuelta de Esparta en el 331 A.C.

Alejandro no tardó en cruzar el Helesponto con 35.000 hombres de casi todas las ciudades griegas, a sabiendas que había sido el mismo camino que tomo Jerjes para conquistar Grecia, decidió arrojar una copa de oro al mar en señal de desafío hacia los persas. Alejandro se reunió con Parmenión y decidió marchar contra los persas de Darío, que contaba con un ejército de 120.000 soldados y 35.000 mercenarios, frente a los 35.000 de Alejandro.

A pesar de que el ejército de Alejandro se veía más débil, Darío y sus generales estaban en discusión sobre cuestiones tácticas, por lo que Alejandro aplastó las columnas persas de Memnón, se adentró en Asia Menor, se apodero de Sardes y de las ciudades griegas de la costa y finalmente de toda Anatolia. Tomo Gordíon, puesto comercial entre Jonia y Persia, en donde corto el famoso nudo del carro del rey Gordias, en donde un oráculo decía, que quien consiguiera desatarlo se convertiría en el conquistador de Asia.

Después de cruzar el Taurus y de atravesar las puertas de Cilicia, se enfrentó personalmente a Darío en la llanura de Isos, pero este presintiendo la derrota opto por huir. Alejandro temiendo el desembarco de la flota persa, decidió expandir la conquista por todo el Mediterráneo oriental para asegurar sus costas.

Alejando ocupo Siria, Fenicia y tomo Tiro en el 332 A.C., ciudad que fue arrasada al resistirse ante la invasión. Posteriormente se apodera de Gaza y Jerusalén y marcha hacia Egipto en donde funda la ciudad de Alejandría y es aclamado por el pueblo. En 331 A.C. los macedonios abandonaron Egipto y se dirigieron a Mesopotamia, allí Darío se había replegado en Babilonia y reorganizado su ejército. Allí contaba con su excelente caballería y sus carros con cuchillas, para enfrentarse a la falange de Alejandro.

Alejandro ya había cruzado el Tigris y el Éufrates cuando Darío salió a su encuentro y mientras Parmenión contenía el asalto persa y la falange detenía a los carros con cuchillas, Alejandro en persona dirigió la carga contra la caballería persa y por segunda vez Darío tuvo que huir, dejándole a Alejandro la entrada libre a Babilonia y Susa, que se rindieron sin oponer resistencia, mientras Persépolis resistió por un tiempo, fue finalmente tomada por Alejandro y así como Jerjes había asolado Atenas, Alejandro entrego la ciudad a sus soldados.

Darío fue asesinado por sus generales y Alejandro le dedico unos funerales, proclamándose heredero del imperio de los aqueménidas y en 330 A.C. emprende de nuevo la marcha conquistando Sogdiana y Bactriana, las actuales Uzbekistán y Afganistán, mientras en su camino fundaba varias ciudades bajo el nombre de Alejandría, en todas ellas.

El rey de Asia, franqueó las montañas de Afganistán, de la Cordillera del Himalaya y en 327 A.C. emprendió la conquista de la India, en 326 A.C. llego a orillas del Indo y se enfrento al rey Poros y su ejército de elefantes. Una vez dueño del Panjab, decidió avanzar hasta el Ganges, pero Bucéfalo su caballo favorito, había muerto y sus soldados estaban cansados de la expedición. Después de 8 años de guerra y su ejército cansado, Alejandro tuvo que ceder y mando erigir una columna bajo las inscripciones, de “Aquí se detuvo Alejandro” y regreso a Babilonia. En 323 A.C. recupero sus fuerzas con deseos de iniciar nuevas conquistas, pero cae víctima de la malaria y murió a los 33 años.

Alejandro, el macedonio poco considerado por los griegos, conseguiría lo que ninguno de ellos pudo, forjar un imperio que uniese oriente y occidente, el mismo se caso con una persa llamada Roxana, construyo ciudades a lo largo de su imperio y unió orientales a sus filas de ejército siempre comandada por macedonios, creo puertos, mejoro la moneda y las vías de comunicación y mantuvo las religiones de los países conquistados limitándose a colocar macedonios en los puestos claves. A su muerte el imperio estallo en pedazos y se dividió entre sus generales, su esposa, su madre y su hijo fueron asesinados y el imperio se sumió en luchas internas quedando dividió, pero había nacido una leyenda, la del más grande conquistador del mundo antiguo, Alejandro Magno.

Después de varias décadas de sangrientas luchas el imperio de Alejandro quedo dividido en cuatro dinastías, los antigónidas que obtuvieron Macedonia, y que se enfrentaron a las ciudades griegas y las invasiones celtas, los atálidas, en el reino de Pérgamo, en Asia Menor, los lágidas en Egipto y los seléucidas en Persia, desde Asia Menor hasta Irán.

Como consecuencia de sus conquistas Alejandro fue divinizado, principalmente en el culto hacia Amón en Egipto y Marduk en Persia, mientras que los judíos siguieron fieles a Jehová. La lengua oficial de los reinos paso a ser el griego y la administración se confió a griegos o a orientales helenizados, marcando así el inicio del mundo helenístico en todos los territorios tomados por Alejandro, mientras la cultura griega influía en el mundo, también esta quedo marcada por las tradiciones culturales orientales.

A pesar de esta organización, los soberanos eran ante todo jefes guerreros, por lo cual las luchas continuaron entre las dinastías helenísticas, la caballería y la falange siguieron siendo esenciales, pero se incrementaron el número de mercenarios como arqueros cretenses y jinetes de Tarento. Ante la riqueza de oriente el pueblo griego entro en la pobreza y emigro de occidente, y no era raro encontrar a personas con 2 nombres, uno occidental y otro oriental, mientras las ciudades helenísticas eran gobernadas por terratenientes, asegurando su dominio sobre los más humildes. El teatro era la mayor forma de distracción y los hijos de los ricos se educaban con los filósofos más brillantes de Atenas, mientras los cultos religiosos se transformaban por la mezcla de pueblos prevaleciendo aquellos que llamasen hacia una salvación después de la muerte, conservándose el legado de Grecia a través del mundo helenístico en Oriente y Occidente.
Posteriormente la dinastía seléucida llegaría a su final al dividirse el reino entre las disputas entre los hermanos y hermanas herederos del trono, y cuando estos no se mataban entre sí eran víctimas de las invasiones de los partos o los árabes nabateos. Por otro lado la dinastía lágida, vería a su último rey en Tolomeo VIII, derrumbándose el imperio helenístico egipcio con la derrota sufrida por Cleopatra VII frente a Roma.

En 196 A.C. un general romano llamado Quincio Flaminio declaro la independencia de las ciudades griegas bajo el mandato de Filipo V, rey de Macedonia, pero los griegos ante las pretensiones de Roma, decidieron permanecer aliados con Macedonia, hasta que para 168 A.C. el cónsul Paulo Emilio derrotara a los ejércitos macedonios en Pidna y para el 149 A.C. esta paso a ser provincia romana. Como consecuencia los griegos pagaron cara su alianza con los macedonios, debido a la destrucción sufrida por muchas ciudades y a la gran cantidad de rehenes tomados por los romanos, mientras Corintio era destruida por Roma.

Los romanos se apoderaron de Grecia gracias al apoyo del reino de Pérgamo, un reino helenístico de la dinastía de los atálidas, quienes se aprovecharon de la alianza con los romanos para mantener su ciudad e inclusive el último rey Atalo II, le lego su reino a Roma, convirtiéndose en provincia romana para el 129 A.C.

Hacia el 121 y el 120 A.C. en el reino del Ponto Mitrídates VI asciende al trono tras matar a su hermano y su madre, consigue frenar las ambiciones imperialistas de Roma. Cuando las ciudades griegas de Crimea se encuentran en peligro ante la invasión de los escitas y sármatas, este consigue salvarlas y se hace con Crimea., rica en trigo y en soldados.

Gracias a esto Mitrídates ataca la región del Danubio, preparado para un enfrentamiento con Roma por el control de Asia. Empezó por tomar a Trebisonda, provincia de Roma y posteriormente a sus vecinas Bitinia y Capadocia. En 88 A.C. Mitrídates había reunido 300.000 hombres, 130 carros y 300 navíos, haciéndose proclamar como” el salvador de Asia frente a la dominación romana”.

Mitrídates tomo medidas muy severas ante los romanos, mandando a asesinar a 80.000 de ellos que vivían en Asia, mientras al pueblo les perdono las deudas, liberó a los esclavos, repartió los bienes de los romanos y los eximio de impuestos durante 5 años. Posteriormente se dirigió hacia Europa, uniéndose con los piratas, controlo el mar Egeo y saqueo la isla de Delos haciendo matar a todos los romanos que vivían en ella. Sus tropas avanzaron y tomaron Tracia, Macedonia y Atenas, que se unió al “salvador de los griegos”.

En Roma, cundió el pánico ante una crisis financiera y social, la república ordeno al cónsul Sila detener a Mitrídates, quien para el 86 A.C. asedia Atenas y saqueo a la ciudad masacrando a sus habitantes, acordándose una momentánea paz para el 85 A.C. mientras los romanos castigaban a las ciudades de Asia aliadas al enemigo con onerosos tributos y saqueos, llegando Sila triunfal a Roma con botines de Asia, pero tan solo había conseguido detener a Mitrídates.

Uno de los lugartenientes de Sila, llamado Lúculo con la ayuda de las legiones de Cilicia decidió atacar directamente el reino del Ponto. Al verse acorralado Mitrídates pide ayuda a su yerno, el rey de Armenia, Tigranes el Grande, mientras Lúculo perdía el mando de los ejércitos frente a su adversario Pompeyo, que derroto al rey hacia el 67 o 66 A.C.

Mitrídates se suicida y en el 64 A.C. Pompeyo convierte a Siria en provincia romana y de este modo el imperio forjado por Alejandro y los helenos terminaría bajo el dominio romano, y a partir de este momento la historia de la civilización griega y romana estaría ligada, perdurando en ella el legado griego y de los helenos en el imperio grecorromano.
Continuara...

martes, 20 de julio de 2010

Hebreos


Los Hebreos constituyen el pueblo cuya antigüedad e historia son las más contadas en el mundo actual, cuyo origen y evolución siempre estuvo marcado por la religión y la creencia en su Dios.
A fines del II milenio antes de Cristo los Hebreos se volvieron monoteístas y establecieron una religión basada en un solo Dios, escrita en los libros de la Biblia, cuya fuente ha sido para los historiadores parte esencial de la historia Hebrea, a sabiendas que deben separarse los hechos objetivos resaltantes, ya que la historicidad de la Biblia es anacrónica pero revela hechos fundamentales de la Historia Hebrea y Cristiana.

Aproximadamente entre los años 2000 y 1700 A.C. el patriarca de los hebreos, llamado Abraham parte con su mujer y todos sus bienes desde la ciudad de Ur, hasta el país de Canaán. De acuerdo a los historiadores estas migraciones se suscitaron por la búsqueda de mejores pastos para los rebaños de los hebreos y no solamente una tribu se desplazo, sino numerosos clanes nómadas en busca de mejores condiciones de vida.

Instalados en el país de Canaán Isaac, hijo de Abraham y sus hijos Jacob y Esaú, se dedicaron a la cría de bueyes, ovejas, cabras, asnos, cavaron posos, construyeron cisternas y se defendieron de las poblaciones vecinas.

Hacia 1700 A.C. algunos clanes hebreos como consecuencia del hambre se desplazaron hacia Egipto, atraídos por su riqueza. En Egipto según se cuenta, durante los períodos del Imperio Nuevo, los hebreos fueron sometidos y esclavizados durante más de un siglo.
Pero durante el reino de Ramsés I, el salvado de las aguas, acogido por la hija del faraón y expulsado de Egipto llamado Moisés recibió la orden por parte de Dios, de sacar a su pueblo de Egipto, iniciándose el famoso éxodo de los relatos bíblicos.
Durante el éxodo los hebreos pasan 40 años en el desierto, hasta llegar al Monte Sinaí donde Moisés recibe las Tabla de la Ley de Dios y este les daría el país de Canaán como la Tierra prometida.

Al morir Moisés, este le deja a Josué la misión de guiar a su pueblo. En la tierra de Canaán se encontraban instalas diversas ciudades estados que Josué intento someter, obteniendo varias victorias poco considerables, pero durante esta época los hebreos pasaron de ser nómadas a agricultores sedentarios.

A su muerte, la Tierra prometida no estaba sometida, por lo que Jueces de las tribus continúan con la conquista. En 1002 A.C. una asamblea de ancianos designa a un rey, eligiendo a Saúl, quien reclutó un ejército, contrato mercenarios, construyó fortalezas y derroto a los filisteos y los amorritas.

Durante este período los hebreos vivirían en la tierra prometida amenazados por los filisteos por el sur y los fenicios por el norte. Un joven llamado David, designado por Dios para ser el sucesor de Saúl, mata al campeón de los filisteos, el gigante Goliat, para que a la muerte de Saúl en la batalla de Guilboa en el 1004 A.C. al suicidarse, le permitiese a David tomar el trono, estableciendo a Jerusalén como la capital del reino, en donde coloco la famosa arca de la alianza. Durante su reinado tuvo muchos dominios y grandes riquezas para los hebreos, hasta morir en el 970 A.C. en donde deja su reinado a su hijo Salomón.

Salomón reino entre el 970 y el 930 A.C., fue un soberano modelo, sabio y buen administrador, durante su reinado construyo enormes caballerizas, almacenes de víveres y munición en Jerusalén. Sus minas producían cobre y sus herreros trabajaban el hierro, mientras sus barcos iban en busca de oro para el reino. Durante su reinado el pueblo hebreo vivió el mayor período de prosperidad y riqueza en la Historia Antigua.

La política exterior de Salomón también fue brillante, estableciendo alianzas con los fenicios y los egipcios, estableciendo un sistema de paz que favoreció el desarrollo de la agricultura, pero como resultado de la aparición de un partido de oposición dirigido por un oficial egipcio, exiliado de la XXII dinastía, llamado Jeroboam, su reinado tuvo un final oscuro hasta su muerte.

A la muerte de Salomón en una asamblea, se enfrentaron Jeroboam y Roboam, hijo de salomón, por lo que a partir de este momento los hebreos se dividen en dos reinos judíos, el reino de Israel gobernado por Jeroboam y el de Judá por Roboam cuya capital seguiría siendo Jerusalén.
En el reino de Israel se construye una nueva capital llamada Samaria, mientras este era víctima de numerosos golpes de estado, por la inestabilidad política del reino. Entre 930 y 722 A.C. se sucedieron 18 reinos enfrentados en luchas contra Asiria y Egipto, que a menudo sometían al reino. De la misma forma cabe destacar el reinado de Ajab, entre el 874 y el 853 A.C., quien derroto a los moabitas y dominó el reino de Judá, además de establecer alianzas con los fenicios. Intento establecer la religión Fenicia en el reino, pero fue rechazado por los profetas, hasta que uno de sus generales lo derroca con la ayuda de los asirios.

Durante el reinado de Jehú, nieto de Ajab, toma Jerusalén, extendiendo el dominio del reino. Posteriormente vendría un período de prosperidad durante el reinado de Jeroboam II, hasta que el reino es conquistado por los asirios del rey Oseas, hasta que en un levantamiento del pueblo en contra de estos en el 722 A.C. termina con la toma de Samaria por parte de Sargón II y el pueblo es deportado de su reino.

El reino de Judá, más pequeño que el de Israel, tendría un período de expansión entre el 930 y el 730 A.C. hasta que caería en manos de los egipcios y finalmente conquistados por Nabucodonosor II en el 586 A.C. en donde el templo fue destruido y la población deportada a Babilonia, considerándose como un castigo divino por parte de Dios, para los hebreos, cuyas creencias y costumbres se mantuvieron en vigencia.

Posteriormente en Palestina, específicamente en la ciudad de Belén, nació Jesús Nazaret, cuyo suceso marca el inicio del año 0 en la Historia Universal. Durante su vida se dedico a la predicación de la palabra de Dios, acompañado por 12 apóstoles, viajo a muchos lugares como Galilea, Jerusalén, Fenicia Y Decápolis, obteniendo simpatizantes y la hospitalidad de la gente, realizo milagros como dar vista a los ciegos, hacer caminar a los paralíticos, expulso a los demonios de las personas y resucito a los muertos, además de incluirse tanto con pescadores como funcionarios e intelectuales.

Su enseñanza se baso en el mandamiento del Amor, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, y amarás al prójimo como a ti mismo. Predicaba sobre la necesidad de conversión del espíritu del hombre, para así alcanzar el Reino de Dios y la salvación. Puso en práctica sus enseñanzas mediante las parábolas o relatos ilustrativos. Insistió en la humildad y el arrepentimiento como medio para la salvación y todo su mensaje y estilo de vida se resumió en el discurso de las Bienaventuranzas, anunciando su muerte y resurrección.

Como consecuencia de la expulsión de los mercaderes del templo, por su parte y la aclamación del pueblo judío durante la vigilia Pascual, el Sumo Sacerdote lo considera un elemento subversivo a sus intereses, valiéndose del apoyo del procurador Poncio Pilatos, consigue que le den la pena capital y para burlarse de él le colocan una corona de espina con la inscripción de Rey de los Judíos, es azotado con 50 latigazos y obligado a cargar la cruz, hasta el lugar de su muerte, en donde es crucificado entre dos criminales, es atravesado y clavado a la cruz en ambas manos y en los dos pies, obligado a beber vinagre en vez de agua y atravesado por una lanza, hasta su muerte.

Al tercer día de su entierro resucita y se comunica con los apóstoles como señal de su divinidad y el cumplimiento de lo que había dicho. A partir de allí tiene su origen la Iglesia Universal, instituida en Pedro como cabeza de la Iglesia y el resto de apóstoles fieles a Cristo y sus sucesores, quienes predicaron el Evangelio por el mundo antiguo convirtiendo a judíos, paganos, griegos, romanos, entre otros.

Tras la revuelta de los judíos en Judea, que trajo la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo, para el año 70, cristianos y judíos rompen lazos, iniciándose un período de persecución cristiana, pero ante el aumento de seguidores el Imperio y la sociedad pagana se integran a la nueva religión y los textos dejados por los profetas y las cartas de los apóstoles se establecen en un Canon, que hizo posible la creación de las Sagradas Escrituras hacia el año 180, mientras la estructura jerárquica de la Iglesia se reforzaba con Clemente, después de Pedro e Ignacio en Antioquía, definiendo a la Iglesia como Católica, es decir, Universal.
Continuara...

domingo, 18 de julio de 2010

Japón Antiguo

El archipiélago japonés estuvo habitado desde el 30.000 A.C., época en la que sus habitantes vivían de la caza, la pesca y la recolección. Hacia el siglo IV A.C. se introdujo el cultivo de arroz, que sería esencial para los japoneses y posteriormente para un período que abarca desde el siglo III A.C hasta el siglo III D.C. conocido como yayoi se caracterizo por el nacimiento de la alfarería , la introducción del caballo, el bronce y el hierro.
A partir de la segunda mitad del siglo IV, aparece la primera dinastía de reyes del Japón de los Yamato, siendo este el nombre que se daban así mismo los japoneses, ubicados en la isla de Honshu, la más grande de Japón, quienes establecieron relaciones con Kudara, un estado del suroeste de Corea, sumado con las relaciones que previamente habían establecido con la China de los Han para el año 57.
De las relaciones con Kudara los japoneses sacaron ventajas, ya que esta les procuraba escribas y artesanos, que utilizaron para imponerse sobre los reyes locales, quienes aceptaron su mandato a mitades del siglo V. Durante su reinado la religión se profundiza, estableciendo la descendencia de los reyes de las divinidades fundadoras, pero principalmente de la reina solar Amaterasu. Durante este período destacaron las grandes tumbas japonesas, que median 600 metros de largo con la fosa incluida, rodeada de agua como el símbolo que separaba a los vivos de los muertos y que servía de embalse de riego, mientras las tumbas eran adornadas con figuras de barro que representaban a guerreros, instrumentos musicales, casas, barcos y animales, pero sobre todo al caballo, demostrando los albores de una gran cultura naciente hacia finales de la Edad Antigua.

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Olmecas


Entre el 1200 A.C. y el 400 A.C. vivió una de las civilizaciones más antiguas de América Central conocida como la civilización Olmeca, cuyo final e inicio son oscuros.
Si bien es cierto que es poco lo que se conoce de esta civilización, las excavaciones arqueológicas han permitido establecer indicios de su forma de vida. Durante su estadía se dedicaban al cultivo, la pesca y la caza, vivían d forma seminómada entre la naturaleza exuberante, establecieron rutas de comunicación y posteriormente se fueron organizando en importantes ciudades por el incremento de su demografía, comenzando por una importante expansión geográfica.
En los centros urbanos construidos alcanzaron un importante desarrollo mediante la construcción de canales de piedra, para conducir el agua, y se divertían mediante el juego de pelota, el gran deporte precolombino. Por otro lado es importante destacar los altos de niveles de conocimiento que poseían en astronomía, ya que todas las ciudades estaban orientadas hacia los puntos cardinales.
Su organización social estaba jerarquizada, en la que podemos encontrar esclavos, agricultores, artesanos y una clase dominante con jefes y reyes y tal vez un clero influyente. Su arquitectura era impresionante con la construcción de imponentes edificios religiosos, así como de cabezas colosales, construidas con piedra, que demuestran su amplio dominio en escultura, encontrando también la representación de figurillas de jade, en donde destaca principalmente el jaguar como símbolo de su religión.
La cultura Olmeca constituye una de las cunas más importantes de la civilización y la historia humana, aunque se desconoce el motivo por el cual desaparecieron para el 400 A.C. tal vez su legado influyese en el arte y la estructura social y los conocimientos de las próximas civilizaciones precolombinas.
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sábado, 17 de julio de 2010

Persia


Hacia el inicio del primer milenio antes de la era cristiana un grupo de indoeuropeos entre los que se encontraron iranios, medos y persas se instalaron en lo que corresponde al actual Irán. Los medos constituyeron un reino alrededor de Ecbatana y con la ayuda de los babilonios derrotaron a los asirios y se hicieron con grandes territorios. Por otro lado, los persas se instalaron en la región de Parsua, al sur del lago de Urmia y hacia el 700 A.C. se establecerían en la región de Parsuma.
Un jefe persa, llamado Aquemenes, aprovechando las dificultades que sufría su vecino Elam en la lucha contra los asirios, unifico a las tribus persas y dio su nombre a la primera dinastía como la de los Aqueménidas, en donde el imperio empezó a crecer a expensas de Elam.
Hacia 675 A.C. su hijo Teispes accede al trono y toma Anzán, la antigua ciudad elamita, estando esta civilización en decadencia. De este modo prosiguió con su expansión y se anexiono la provincia de Parsia, la actual Fars. Pero a su muerte en el 640 A.C. el país quedo dividido entre sus dos hijos, Ariammo rey de Parsua y Ciro I, rey de Parsuma.
Los dos reinos fueron vencidos por los medos, quienes se encontraban en el apogeo de su poder, pero Cambises, hijo de Ciro I sube al trono en el 600 A.C. une a los dos reinos y se casa con la hija de un soberano medo, en donde su hijo Ciro II le daría la mayor época de gloria a los Aqueménidas.
En el 558 A.C. Ciro II accedería al trono y reinaría hasta 530 A.C. Inicialmente se enfrento a su abuelo e inicio una lucha contra los medos y después de tres años de guerra, consigue derrotarlos y formar en el gran Imperio Persa. Seguidamente prosiguió con su conquista, sometiendo a Turkestán y Afganistán llegando hasta el noroeste de la India, hasta que en 547 A.C. derrota a otra potencia rival, la de Lidia.
Gracias a su poder militar consiguió que varias ciudades griegas en Asia Menor, se rindieran ante su avance, pero para poder dominar el mundo necesitaba conquistar dos grandes imperios a Babilonia y a Egipto. En 539 A.C. Ciro conquista Babilonia y se convierte en rey de la ciudad, haciendo de esta la residencia de la monarquía persa. Después de la gran conquista Palestina, Siria y Fenicia serían sometidas bajo el control Persa y solo Egipto resistiría el avance Aqueménida.
Posteriormente el hijo de Ciro II, Cambises II, proseguiría con la expansión de su padre y para el 525 A.C. sometería a Egipto bajo el poder Persa, siendo nombrado como faraón y fundador de la XXVII dinastía egipcia, pero se enteraría de que en Persia se suscitaban revueltas por parte de la nobleza y decidió regresar al reino pero murió en el camino.
El éxito de estos reyes, no solo se baso en un poderoso ejército con el cual someter pueblos, sino también en una hábil política, haciéndose ver como libertadores más que conquistadores, estos reyes permitían libertades de culto en las regiones conquistadas, así como respeto para las noblezas y las clases que imperaban en ellas, siempre y cuando se sometieran a un sistema de impuesto establecido las regiones se mantuvieron en prosperidad y veían a estos emperadores como sus salvadores, antes que ha conquistadores.
Después de la muerte de Cambises II, en 522 A.C. un usurpador gobernaría en el trono durante 9 meses, hasta que Darío, llamado rey de reyes como descendiente de los Aqueménidas toma el poder. Al inicio de su reinado tuvo que enfrentarse a un conjunto de revueltas que sucedían por todo el imperio, estableciendo un sistema de castigo con el que suprimió las revueltas en Babilonia, Persia, Media, Egipto, Elam y algunas tribus de Asia Central. Estas revueltas terminaron en luchas violentas como resultado del levantamiento ocasionado por Frawartish, que se hacía llamar así mismo un descendiente del antiguo rey medo, que hizo enfurecer a Darío, quien acudió en persona a reprimir la revuelta, la cual fue terrible y tras sofocar el levantamiento de Babilonia en el 521 A.C. había restaurado todo el imperio de sus antepasados.
Al terminar las revueltas Darío decide reorganizar el imperio, reestructura la administración y confía a los persas puestos clave en cada una de las poblaciones locales. Posteriormente entre el 519 y el 512 A.C. iniciaría nuevas campañas militares, con las que conquistaría Tracia, Macedonia y el noroeste de la India y a fines del siglo VI A.C. el imperio Aqueménida se extendía desde el Indo hasta el Mar Egeo y desde Armenia hasta la primera catarata del Nilo.
El poderío de Persia no sobrevivió mucho tiempo bajo el reinado de Darío. En la primera mitad del siglo V comenzaron nuevamente las revueltas, pero principalmente en las ciudades de Asia Menor, que dio lugar a un conflicto conocido como las Guerras Médicas, que significo grandes derrotas por tierra y por mar para el Imperio Persa. Posteriormente se iniciarían nuevas rebeliones en Media, Egipto y Babilonia, ante los altos impuestos por la guerra en Asia Menor, el pueblo se enfureció y los sentimientos nacionales revivieron, iniciándose una política de represiones por parte de Darío, pero que culmino con peores revueltas.
A partir del reinado de Artajerjes II la monarquía persa continúo con las represiones, pero el imperio se desintegraría y las provincias se dividirían. En este contexto un ejército macedonio comandado por Alejandro Magno en el 334 A.C. inicio una campaña contra los persas, quienes fueron derrotados por este y al no encontrar oposición fuerte para el 331 A.C. los persas sucumbirían y las ciudades monárquicas de Susa y Persépolis fueron saqueadas por Alejandro.
A principios del tercer milenio de la era cristiana se constituyeron varias realezas y entre ellas destacaba la de los Istajr quienes se consideraban herederos del imperio Aqueménida y descendientes de Darío, por lo cual el sumo sacerdote llamado Sasán, crearía una dinastía real llamada los Sasánidas.
Ardacher, nieto de Sasán se hizo proclamar rey de Persia y extendió su poder sobre Isfahán y Kirman y en 224 se enfrentó al soberano parto Artabán IV, a quien mato con sus propias manos. Dos años después se presento en Ctesifonte, la capital del imperio parto y se hizo coronar rey. Reino hasta 241, en donde expulso a la dinastía extranjera y estableció una nueva unidad nacional en el Imperio Persa
Los Sasánidas realizaron diversas expansiones militares para recuperar los territorios perdidos y alcanzar la unidad nacional, recuperando los territorios de Bactriana y aquellos del noroeste de la India que habían pertenecido al Imperio Persa a expensas de la dinastía Kusana de la India. Posteriormente pueblos nómadas amenazaban al imperio, por lo que los Sasánidas buscarían apoyo en la ciudad de Antioquía perteneciente al Imperio Romano, que también estaba amenazada por los bárbaros.
Pero como resultado de que las tierras del oeste se encontraban libres los dos imperios entraron en conflictos, en donde inicialmente los romanos no dejaron avanzar a los persas, pero durante el reinado de Sapor I, hijo de Ardacher se apodera de Antioquía para el 260, y busca anexarse Armenia que también era objetivo de los romanos, iniciándose una lucha entre ambos que terminaría con el dominio Persa.
Durante el reinado de Sapor II entre 309 y 379 aparecería una nueva amenaza la de los Hunos, quienes inicialmente fueron detenidos por Sapor, pero posteriormente se anexionarían el antiguo territorio de los Kusana de la India, convirtiéndose en un peligro para los Sasánidas.
Al principio las relaciones eran hostiles pero durante el reinado de Kavad I, este se alío con los Hunos y recibió el apoyo de sus ejércitos durante los problemas sucesorios que se suscitaban en el imperio. Kavad I aprovecho el gran poder militar que tenía para iniciar una política de expansión. El ejército estaba compuesto por una unidad de elite constituido por la caballería pesada acorazada, que le habían proporcionado los nobles persas y los elefantes de guerra que utilizaban los partos durante sus campañas militares, una formación auxiliar integrada por guerreros vasallos y hunos y la caballería armenia, mientras la retaguardia estaba compuesta por campesinos sin experiencia militar, además de poseer una impresionante habilidad en la poliorcética o el arte de asediar ciudades.
Los Sasánidas lograron restablecer el imperio iranio gracias al apoyo que tenían sobre el poder central, un ejército bien entrenado y el respeto hacia la nobleza, así como por trabajos de irrigación e industrialización que lo convirtieron en una potencia económica, cuya religión era Mazdeísta, basada en un maniqueísmo entre las fuerzas del bien y del mal dentro de su doctrina religiosa en la lucha entre Ormuzd creador del mundo, la luz de arriba y Ahrimán la luz de abajo.
El imperio alcanzaría su mayor extensión durante el reinado de Cosroes II, pero sería derrotado por el Imperio Bizantino y posteriormente conquistado durante la Expansión Musulmana.

India Antigua


La Historia de la India es un gran misterio, conociéndose el establecimiento de pueblos antiguos desde el 40.000 A.C. con una estructura política, económica y social muy avanzada con respecto a sus contemporáneos.
Hacia el 600 A.C. diversos grupos humanos se instalaron en el norte de la India, sustituyendo la ganadería por la agricultura como principal actividad económica. Construyeron ciudades y después de una serie de conflictos, surgieron monarquías en las llanuras del Ganges gobernadas con el apoyo de sacerdotes hindúes llamados brahmanes. Cerca del Himalaya, algunas tribus se constituyen en republicas, mediante asambleas representativas, de donde nacería una de las religiones más importantes en la actualidad, el budismo.
Buda, también llamado el iluminado, se cuestionaba la verdad sobre el mundo, por lo cual busco respuestas con los mejores maestros brahmanes, que no satisfacieron sus dudas. Entonces Buda decidió abandonar cualquier práctica religiosa y se sentó bajo un árbol de higueras durante 49 días, hasta alcanzar la verdad, recibiendo la iluminación, desde allí empezó a ganar adeptos y a difundir sus ideas, en donde la salvación se alcanza mediante la extinción total de los deseos y el equilibrio, en donde el hombre se libera y alcanza un universo sin Dios y para alcanzar la verdad del mundo es necesario el equilibrio en todos los aspectos, mediante una vida sin privaciones, pero tampoco de lujos, mediante el pensamiento, la comprensión, la palabra, la acción, el medio de la existencia, el esfuerzo, la concentración y la atención recta, constituyéndose una reacción frente a la religión de los hinduistas, quienes establecían castas para los agricultores, mujeres y pequeños comerciantes, rechazadas por el Budismo.
En 321 A.C. Chandragupta derroco al último soberano de la dinastía Nanda que reinaba en Magadha, al norte de la India y fundó la dinastía de los Maurya. Que reino entre el 320 y el 296 A.C. Gracias al apoyo de su consejero, el brahmán Kautilya, conquistó la India Central, sometió el actual Afganistán al derrotar a los seléucidas y formo un imperio que se extendía desde el Indo hasta el Ganges, muriendo en el 297 A.C.
A su muerte le sucedió su hijo Bindusara quién expandió el imperio hacia el sur, hasta Mysore. Al morir en el 272 A.C. casi toda la India estaba bajo el dominio de los Maurya y su hijo Asoka sube al trono. En 260 A.C. conquisto Kalinga, que le permitió dominar las rutas marítimas hacia el sur de la India, trayendo incontables muertes tras la conquista.
Como resultado del remordimiento que le traían los asesinatos de la conquista el rey decidió someterse a la religión budista, llevando sus conquistas con menor violencia, basadas en el espionaje. Fue un rey bastante generoso y viajo por todo su reino, para conocer las necesidades de su pueblo, permitiendo la libertad religiosa y escribiendo sus hazañas en pilares de piedra.
Cuando murió en el 232 A.C., sus dos nietos se repartieron el poder iniciándose una decadencia de la dinastía, por otro lado los griegos de Bactriana, habían tomado el noroeste de la India y el último soberano de los Maurya fue asesinado por el general de su ejército Pusymitra Sunga, quien fundo la dinastía de los Sunga, elimino el domino de los budistas y se puso de lado de los brahmanes Hindúes.
Después de la desintegración de los Maurya, se establecieron numerosos reinos independientes e indogriegos, pero ninguno fue capaz de resistir la invasión de los nómadas de Asia Central. Después de la construcción de la Gran Muralla China, los bárbaros decidieron irse al oeste, primero llegados los escitas y después los Kusana, incursionando hacia la India. Los Kusana eran cinco tribus yuezhi, que fueron agrupadas por uno de sus líderes llamado Kujula Kadfises, a su muerte su hijo Wima proseguiría con la expansión y finalmente Kadfises II, extendería el dominio Kusana hasta el noroeste de la India.
El sucesor de estos conquistadores yuezhi, se llamo Kaniska, quien subió al trono en el año 144, encontrándose con un imperio floreciente. Durante su reinado lucho contra los partos e indios y conquisto varios oasis chinos. Su imperio era inmenso se extendía desde Sanchi al sur, hasta la actual Turkestán al norte y desde Benarés al este, hasta Gujarat al oeste. La capital se llamaba Purushapura, y también poseía dominio en algunas regiones de Asia Central, marcando un período esencial en la Historia de la India.
Durante su reinado se establecieron relaciones comerciales y políticas con China, iniciándose la ruta de la seda con un importante intercambio de todo tipo de productos, al que se sumo el Imperio Romano. Esta ruta también sirvió de influencia cultural, ya que Kaniska, mandaba algunos sacerdotes budistas al imperio chino que adopto dicha religión, estableciéndose una edad de oro económica y cultural entre los dos imperios.
Posteriormente Kaniska moriría, tras un combate en Asia Central, iniciándose la decadencia de su dinastía, la cual perduraría durante los reinados de Vasiska, Huviska y Vasudeva, pero los disturbios ocasionados en Persia en el 226 con el inicio de la dinastía sasánida que pondría fin a la dinastía de los Kusana, reduciéndolos a simples vasallos del emperador Persa.
Después se la dinastía Kusana aparecería la de los Gupta que reinaría entre los siglos IV y VI formada por ricos terratenientes del noroeste de la India, su fundador fue Chandragupta I que accedió al trono hacia el 319 o 320. Su hijo Samudragupta que le sucedió en el 335 ambicionaba crear un reino que se extendiera por todo el subcontinente indio, por lo que a partir de su capital Pataliputra reconstituyo todo el imperio de Asoka Maurya. Su autoridad se extendía desde Assam hasta el extremo oriental de la India, en la isla que actualmente es Sri Lanka. Los reyes del sur fueron sometidos y estos le pagaban tributos al rey Gupta, al igual que los jefes tribales de la India central, el Decán, los del este y de Bengala, así como los nueve reyes de Aryavarta y la mitad occidental del Ganges, acompañado con algunos reinos de Nepal. La conquista de los Gupta durante el reinado de Samudragupta fueron impresionantes, a pesar de que nunca pudieron controlar desde un gobierno centralizado todos los reinos, lograron abarcar todo el subcontinente indio.
Después de la muerte de Samudragupta, este le dejo su reinado a Ramagupta, pero fue vencido por los escitas, y establece un trato para entregarle su esposa al rey escita, por lo cual su hermano menor se enfurece y se disfraza de mujer, mata al rey escita, luego a su hermano mayor y termina casándose con su viuda, tomando al reino para el 375 como Chandragupta II.
Durante su reinado inicia una campaña en la que derrota a los escitas entre el 388 y el 409. Su imperio se extendía sobre casi toda la India septentrional y durante su reinado se favoreció un auge de la cultura y de las artes y la libertad religiosa, destacando por un periodo de paz y prosperidad en el imperio.
Su hijo Kumaragupta, que le sucedió hacia 415 recibió las primeras invasiones de los Hunos, un pueblo de bárbaros nómadas del Asia Central, que saqueaban todo a su paso, pero su sucesor Skandagupta que reino entre 455 y 467 intento resistir las invasiones, pero se sumió en debilidades internas del reino debilitándose el poder imperial. Finalmente los hunos decidieron penetrar ante una debilitada India que no pudo oponer resistencia, poniendo fin a la dinastía de los Gupta e iniciando un período de dominio Huno bajo el reinado de Toramana, cuyo dominio se extendía desde Persia a Khotan en China y su capital Bamiyan en Afganistán.
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China Antigua


Las historias chinas cuentan que el primer soberano chino fue Huangdi conocido como el soberano amarillo, quien sabía usar el fuego y fabricar objetos con este, de donde nacen la alfarería y las primeras armas forjadas. Así mismo desarrollo el carro y el barco, mientras que su esposa descubrió la seda. Después de su reinado destacan dos soberanos Yao y Shun que tuvieron que enfrentarse a un supuesto diluvio, llamado por ellos, que era realmente un desbordamiento ocasionado por el Río Amarillo. Durante su reinado este se transmitía de forma hereditaria entre los hombres más sabios, primero fue Yao y de el Shun que reino durante 80 años, quien le encargo a un conde intendente de obras públicas llamado Yu que solucionase el problema del diluvio, este organizo el territorio y se entrego así mismo al trabajo quedando parapléjico, por lo cual recibió el reconocimiento del pueblo y accedió al poder después de Shun
El emperador Yu cometió una falta sucesoria al legar su reino a su hijo, creando así la primera dinastía real, de los Xia que reinaría entre el 2205 y el 1800 A.C. De Yu a Ji la dinastía contaría con 17 soberanos, la cual tuvo su final durante el reinado del tirano Ji, en donde se tuvo la necesidad de escoger a un nuevo linaje de soberanos sabios.
Tras una rebelión ante el mandato de Ji, este fue derrocado y para el 1766 A.C. empezó el reinado de la dinastía Shang. El soberano Da-Yi de esta dinastía decidió situar una nueva capital en Henan, cerca de la actual Luoyang. Entre 1766 y 1025 A.C. se sucedieron hereditariamente 30 soberanos en la dinastía Shang, extendiéndose su influencia desde Shaanxi, en el valle del Río Amarillo hasta la cuenca del Río Azul, en donde los Shang se encontraban con pueblos bárbaros que capturaban y ofrecían como sacrificios humanos.
El trigésimo y último rey Di Xin murió en las llamas de su palacio, al ser atacado por el hijo de uno de sus vasallos, a quién este había asesinado, dando fin a la dinastía Shang, el vasallo muerto recibió el título de rey Wen y su hijo Wu Wang se convertiría en el rey de una nueva dinastía, la de los Zhou fundada para el siglo XIII A.C. y que duraría hasta el 221 A.C.
Los Zhou establecieron una nueva capital en Xi’an a en la orilla sur del río Wei, teniendo la precaución de establecer a un miembro de la familia real en Luoyang, para vigilar a los partidarios de la antigua dinastía, mientras el rey Wu se encargaba de repartir las tierras entre los miembros de su familia y sus aliados. Posteriormente el imperio se expandiría con varias campañas militares hasta la llanura de Sichuan, considerara un auténtico granero por ser una región muy fértil, pero para el año 770 A.C. Xi’an fue atacada por los pueblos bárbaros, deteniendo la expansión de los Zhou quienes se reinstalaron en Luoyang, iniciándose la dinastía de los Zhou orientales.
El primer período de los Zhou orientales desde principios del siglo VIII A.C. hasta mediados del siglo V A.C. estuvo marcado por la degradación y división del sistema real. El rey de los Zhou fue despojado de su poder y de sus ritos reales, en donde los jefes de las casas señoriales tomaron el poder, tierras y un ejército propio con el que fueron sometiendo poco a poco a China bajo su hegemonía., período conocido como el de las Primaveras y los Otoños.
A principios del siglo V A.C. China estaba dividida en cinco grandes estados instalados en el valle del Río Amarillo hasta las desembocaduras del Río Azul quienes se volvieron más arrogantes y sus gobernantes fuertes tiranos, incumpliendo las reglas sucesorias y los ritos religiosos, sumiéndose en violentas guerras por el dominio de las tierras. Como resultado de estos salvajes combates los hijos de los gobernadores, quienes eran administradores de los reinos, decidieron emprender una nueva política, entre ellos Guan Zhong, consejero del príncipe Huan, puso en práctica los primeros elementos de una escuela de sabios, conocida como la escuela de los legistas.
Mientras esta nueva política se desarrollaba, también aumentaban la demografía y crecían las ciudades en el reino, creciendo la producción agrícola con la invención de nuevas técnicas como la irrigación y la roturación, acompañado con la expansión de tierras cultivadas, pero como contraparte los campesinos se endeudaban por las fuertes inversiones y muchas de ellas destinadas a la alimentación de los ejércitos. El imperio también se valió del desarrollo del hierro fundido para el diseño de nuevos utensilios, en donde los fundidores, artesanos y comerciantes se vieron beneficiados de dicha producción beneficiando a la población de las ciudades.
Durante esta época los poderosos se gustaban de rodearse de sabios con los que dirigir sus reinos, entre ellos Kong Qiu, nacido hacia 551 A.C. en el principado de Lu, fue uno de los más grandes sabios chinos y su nombre latinizado al de Confucio.
Confucio comenzó su enseñanza en su principado natal, profundizando el conocimiento de los ritos y ceremonias que habían asegurado los Shang y los Zhou. Tras perder su empleo en Lu prosigue un viaje para encontrar un nuevo señor al que servir, pero no encuentra a ninguno que le permitiera poner en práctica su ideal político, por lo que decide crear su propia escuela de enseñanza, en donde moriría para el 479 A.C. sin alcanzar un puesto político considerable, convirtiéndose en el primer maestro de escuela de China. En torno a el se congregaron una amplia variedad de discípulos que acataron sus enseñanzas y las difundieron, así como sus obras, entre sus ideas plantea los conflictos en la época de la Primavera y Otoños, siendo este quien le da el nombre, asegura la necesidad del respeto a los ritos chinos, la búsqueda del conocimiento y la necesidad social del hombre de unirse y ayudar a su pueblo, defendiendo la justicia, entre muchas otras ideas filosóficas. Durante la dinastía de los Zhou orientales y la de los Qin, sus obras e ideas serían prohibidas, siendo aceptadas finalmente durante la dinastía de los Han.
En 453 A.C. el principado de Jin, el estado vasallo más poderoso de los Zhou se dividiría en tres estados, trayendo fin al período de las primaveras y los otoños y el inicio del período de los Reinos Combatientes. Durante esta época la guerra entre reinos se hicieron más violentas, pasando a ser esta la principal actividad de los gobernadores, los ejércitos se hicieron cada vez más numerosos y costosos y tras cada batalla las muertes ascendían a miles. Como consecuencia de estas guerras se buscaba un perfecto mantenimiento de las redes viarias tanto terrestres como marítimas, así como una fortificación más amplia con la construcción de grandes murallas, de igual manera durante el reinado de los Qin ya se utilizaban las primeras brújulas y se confeccionaban los primeros mapas, en donde el arte de la guerra se convertiría en lo esencial durante este período, mientras los grandes sabios se unían a los señores para plantearles sus estrategias militares
Entre todos los reinos combatientes el más poderoso era el de los Qin, quienes en el 256 A.C. destronaron al último rey Zhou y para el 221 A.C. liquidarían a todos los demás reinos de China permitiendo que su rey se proclamara emperador, como el primero de China llamado Qin Shi Huangdi.
Durante esta época se suscitaron profundos cambios económicos, como la aparición de la reja de hierro para el arado que repotencio la agricultura, la construcción de un gran número de nuevas ciudades y la invención de una moneda única para todo el reino, que mejoro los intercambios comerciales, así como la difusión de nuevos planteamientos filosóficos y políticos por grandes sabios como Mencio que planteaba las ideas confucianas con sistemas de gobiernos que ayudasen al pueblo basado en un sistema parlamentario y Zhuangzi que contrario a Confucio profundizaba el ideal de que todo sigue su curso y no puede ser cambiado ni reformado ya que desnaturalizaría al propio hombre, siendo un necesario un sistema de gobierno en donde la ley sea y se aplique a todos, que sentaron las bases políticas para el reinado de Qin Shi Huangdi.
En el 221 Qin Shi Huangdi toma el poder e inicia su reinado, elige como su consejero a Li Si, discípulo de un famoso filosofo llamado Han Fei, a su vez discípulo de Zhuangzi quien propugnaba la idea de la omnipotencia de la ley, bajo el mandato de un príncipe déspota cuyos súbditos estuviesen sometidos a dichos mandatos. Durante su reinado, dividió al imperio en 36 provincias unificadas, elimino las fronteras de los antiguos reinos y mando a diseñar nuevas vías por las que circulaban las mercancías y el ejército para reducir costos, estableció una moneda única en el reino, traslado a las familias nobles a los alrededores de la capital y elimino la nobleza hereditaria, que fue sustituida por los grandes militares del ejército. Durante su reinado se gano el odio de los partidarios de Confucio por sus ideas partidarias y arbitrarias, por lo cual su consejero Li Si le propone mandar a destruir todas las obras de Confucio y asesinar a los letrados que tengan dichas obras o enseñen sus ideas, salvándose milagrosamente algunas de estas obras.
El emperador también llevo a cabo una gran política exterior y se le conoce en la historia por mandar a construir la Gran Muralla China, para detener el paso de los bárbaros de las estepas, obra que costo la vida de una gran número de chinos, que según ellos mismos dicen, cada piedra de la Gran Muralla representa una vida china. A pesar de esta magnifica construcción, no se pudo evitar la invasión de un pueblo nómada conocido como los xiongnu quienes se federaron como reino bajo el mandato de Mao Dun para el 209 A.C.
Después de la muerte del emperador para el 210 A.C. durante un viaje al oeste, su hijo toma el trono pero al ser incapaz de detener las intrigas sobre el imperio, Li Si quién lo ayudaba en el reinado fue asesinado, mientras que el pueblo se levantaba en continuas revueltas para el 206 A.C., debilitando el poder central, mientras la aristocracia relevada a un plano inferior intentaba hacerse con el poder del reino.
En 207 A.C. dos generales Xiang Yu y Liu Bang se disputaron el poder, terminando con el triunfo del segundo para el 206 A.C. quien forma una nueva dinastía, la de los Han, cuya historia se divide en dos períodos, la de los Han occidentales entre el 206 A.C. y el año 9 y la de los Han orientales entre el 23 y el 220, ambos separados por la usurpación de Wang Mang.
En el 202 A.C. Liu Bang accede al trono con el nombre de Han Gaozu, siendo propietarios de muchas tierras y fincas, establece un sistema feudalista para repartir cuidadosamente estas propiedades entre sus aliados, estableciendo un sistema de gobierno parecido al de Qin Shi Huangdi. A su muerte en el 195 A.C. la emperatriz Lu, intentaría colocar a su hijo en el poder, el débil Hui, para terminar ejerciendo ella el poder hasta 180 A.C. A continuación subió al trono otro de los hijos de Liu Bang llamado Wendi, que anulo cualquier forma de gobierno parecida a los de los Qin y adopto el confucianismo durante su mandato, viviendo con sencillez a diferencia del resto de emperadores.
En el 140 A.C. el emperador Wudi sube al trono, en donde la dinastía Han entra en su período de mayor apogeo. Durante su reinado fue un monarca autoritario y lucho contra la aristocracia al dividir las grandes propiedades, estableció un nuevo sistema de herencias y otro judicial con duras penas para quien cometiese algunas faltas. Los prisioneros eran empleados en construcción y minería y algunas veces prestaban el servicio militar. Para el 124 A.C. establece una universidad imperial con los más sabios letrados para que difundieran las enseñanzas de Confucio en el reino.
Hacia el 165 A.C. un grupo bárbaro de turco-mongoles llamados xiognu habían expulsado al pueblo de los yuezhi, y dominaban toda la alta Asia, amenazando el imperio e impulsando la expansión de la China de los Han. Ante el peligro de sufría el imperio Wudi establece una política fuerte frente a ellos y busca una alianza con los yuezhi para enfrentarlos, pero estos rechazan la oferta ya que se encontraban protegidos en el territorio de Parmir por los antiguos reinos indogriegos dejados por Alejandro Magno.
Ante la negativa Wudi decidió proseguir con campañas militares para derrotar a los xiognu, el ejército estaba compuesto por un núcleo de profesionales, reclutas y esclavos, así como una poderosa caballería, mientras la tropa más poderosa sumaba un total de 30.000 hombres.
La expansión de los Han inicio no solo con victorias hacia Mongolia y Asia Central, sino también a Corea y las regiones bárbaras del sur de China. Entre el 127 y el 177 A.C. los generales chinos consiguieron ocupar Gansu, tomando parte de la caballería de los xiognu en sus filas, pero con notables perdidas. En el 104 A.C. los ejércitos habían llegado hasta Ferganá pero fueron derrotados por los xiognu y tuvieron que retirarse para el 102 A.C. Otro general chino decidió realizar una nueva campaña llegando más allá de las fronteras de la Gran Muralla pero sufrió una humillante derrota ante los imbatibles xiognu.
A pesar de las derrotas el ejército mantuvo el contacto con la ruta hacia y occidente y gracias a Wudi se anexionaron el sur de China, llegando hasta la actual Vietnam, además de conquistar lo que corresponde a Corea. A la muerte del emperador en el 87 A.C. había dejado el imperio de mayor extensión en la historia de China.
A su muerte el imperio se sumió en una lucha sucesoria entre los hijos de las emperatrices de Wudi, hasta que finalmente la viuda Wang colocó a varios niños de los harenes como emperadores, hasta que finalmente para el año 9 la emperatriz accedería a la instauración de una nueva dinastía la de los Xin.
Su fundador fue Wang Ming, sobrino de la emperatriz, quién no tuvo problemas para sacar al último emperador niño del poder, estableciendo diversas reformas que chocaban con los intereses de los terratenientes y los campesinos, acompañado con un desbordamiento del Río Amarillo que trajo hambrunas al pueblo y el descontento popular, por lo cual un grupo de campesinos se tiñeron las cejas se rojo y se levantaron en contra del emperador, a pesar de que este mandase a los militares en su contra fue asesinado y su palacio incendiando para el año 23, conocido este movimiento como la revuelta de los cejas rojas. Para ese mismo año un jefe militar emparentado con las Han triunfaría sobre el resto de pretendientes y los cejas rojas al tomar el poder bajo el nombre de Guang Wudi, pero que posteriormente se desintegraría trayendo fin a la dinastía Han.
Posteriormente un general chino llamado Ban Chao que reino entre el 31 y el 102 consiguió imponer una pax sínica en toda Asia Central al conquistar los oasis desde la cuenca del Tarim hasta Kashgar. Seguidamente sometería a los bárbaros del oeste al unirse con los reinos aliados, logrando un equilibrio entre las fuerzas de los xiognu, los partos y el imperio Kusana de la India. Al morir la supuesta paz se prolongaría hasta el levantamiento de los Turbantes amarillos por parte de unos campesinos de Shandong en 184. Durante el reinado de Ban Chao se abrieron numerosas rutas comerciales que llegaban hasta occidente y entre ellas la famosa Ruta de la Seda, la cual no solo llevaba seda hasta los pueblos vecinos, alcanzando inclusive al Imperio Romano, sino que también llevaba canela, pimienta, perfumes, tintes y productos medicinales.
Mediante esta ruta, durante las relaciones comerciales con el Imperio Kusana, el Budismo también sería introducido en China, alcanzando una gran expansión que completaría las reflexiones metafísicas faltantes en la filosofía de Confucio para el Imperio Chino, alcanzado un gran apogeo para las próximas dinastías y sobre todo la de los Wei septentrionales entre el 386 y el 535.
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jueves, 15 de julio de 2010

Fenicios


Como Fenicios se conoce a un conjunto de pueblos que se establecieron en lo que actualmente corresponde al Líbano, frente a las costas del Mediterráneo para el 3000 A.C. divididos en un conjunto de ciudades estado que se relacionaban entre sí y con las grandes potencias de la edad Antigua como Egipto, Mesopotamia, los Hititas y algunas comunidades griegas con quienes tuvieron importantes intercambios comerciales de diversos productos esenciales en la antigüedad.
Hacia el 2000 A.C. la ciudad de Biblos alcanzo su apogeo y un importante desarrollo gracias al comercio con los egipcios quienes los proveían de madera proveniente del famoso cedro del Líbano. Posteriormente la ciudad establecería relaciones comerciales con las islas de Chipre y Creta y para 1600 A.C. la ciudad de Sidón alcanzaría su apogeo comercial comerciando con distintos pueblos del Mediterráneo y el imperio egipcio. Para 1209 A.C. la ciudad sería saqueada por los Filisteos y los asirios, en donde muchos de los refugiados de la ciudad se establecieron en Tiro.
Durante la hegemonía de Tiro, los fenicios aumentaron sus relaciones comerciales, principalmente durante el reinado de Hiram I entre el 980 y el 946 A.C. consiguiendo llegar a las costas de Italia, el norte de África y a la Península Ibérica, en donde fundaron puestos comerciales en las actuales Málaga y Cádiz, así como la expansión de su ruta de metales hasta las islas de Gran Bretaña, siendo esta su época de mayor apogeo comercial hasta el 900 A.C.
Posteriormente Tiro entraría en decadencia durante el reinado de Pigmalión, quien fue asesinado durante un período de revueltas internas en las luchas entre la aristocracia y el pueblo, acompañado con las invasiones realizadas por los asirios y los babilonios.
Finalmente los Fenicios entrarían en decadencia por distintas causas, pera el siglo IX A.C. fueron conquistadas por los asirios, posteriormente tras una guerra de 13 años en el 574 A.C. son conquistados por Nabucodonosor, rey de Babilonia, hasta que la región es tomada por los Persas de Ciro I, convirtiéndose en una provincia de este imperio. Para el 332 A.C. durante las conquistas de Alejandro Magno, Tiro sería destruida y con ello los fenicios, en donde su civilización se une con el reino de los Seléucidas y proseguiría parte de ella en la ciudad africana de Cartago, conociéndose en la historia como los más grandes comerciantes de la Edad Antigua.
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Hititas


Los Hititas fueron una de las primeras civilizaciones que se establecieron en la península de Anatolia en la actual Turquía. Hacia el 6500 A.C. los primeros agricultores y criadores de ganados de Anotalia se volvieron sedentarios quienes cayeron en un período de atraso social hasta la conformación de pequeños principados para el 2500 A.C. pasándose a llamar el país de los Hatti. Esta civilización se constituyo formalmente como Hititas durante las emigraciones de los pueblos nesitas que provenían del Cáucaso para el año 2000 A.C. Hacia el 1800 A.C. pueblos asirios establecieron relaciones comerciales con los Hititas, enseñándoles la escritura, hasta que para el 1750 A.C. la hegemonía política había crecido de tal manera que tenían prácticamente a toda la península bajo su poder.
Durante la época de Labarna I entre el 1680 y 1650 A.C. el reino Hitita se limitaba a una parte de Anatolia central. La fama de este rey fue considerable ya que desde ese momento todos sus sucesores tomaron el título como los reyes de Labarna. Uno de sus sucesores Hattsuli I, realizo una serie de conquistas para unificar a los pueblos de la península, dominando a sus vecinos cercanos del norte de Siria, abandono la antigua capital Hitita de Kussar y se instalo en Hattusa la nueva capital.
En 1620 A.C. Mursil I heredo el imperio y prosiguió la política expansionista de su antecesor. Lucho en Siria y se apodero de Alepo, derroto a los hurritas, hasta llegar a conquistar a Babilonia, pero por razones desconocidas no permaneció en ella. Mursil I dominó un gran imperio que se extendía desde el Mar Muerto hasta el Mediterráneo, pero a su vez esta gran extensión y dominio era la mayor debilidad del imperio, como resultado de las continuas rivalidades y pretensiones de dominio regionales se suscitaron constantes revueltas que terminaron con el asesinato del emperador tras una conspiración para matarle.
Cada ausencia de rey traía continuos problemas sucesorios que sumieron al imperio en un atraso considerable, mientras ocurrían sucesos peligrosos para este como la unión de los hurritas y los semitas para el 1500 A.C. que formaron un imperio amenazador en el reino de Mitanni.
Mientras el poder Hitita se tambaleaba, un rey llamado Telebinu intento restablecer el imperio con una nueva ley sucesoria, en donde sus sucesores aunque no fueron siempre conocidos consiguieron oponerse al poder de Mitanni. Para el 1385 A.C. cuando Subbiluliuma tomo el trono el imperio Hitita alcanzo un nuevo apogeo. Durante su reinado emprendió varias guerras en Siria y ocupo desde el Líbano hasta el Éufrates, a la vez que firmaba pactos con los reyes vecinos, consiguiendo detener las pretensiones del imperio Mitanni y tomar las posesiones en Siria del faraón egipcio que pasaron a ser anexos del reino Hitita.
A la muerte del emperador en el 1346 A.C. las regiones del imperio se sublevaron, mientras una nueva potencia, Asiria amenaza las fronteras por el Éufrates. El imperio se sumió en guerras internas y externas y como resultado de los territorios tomados en Siria, se avecino una guerra con Egipto, que durante los reinados de Mursil II y Mutawalli agotaron al país, terminando con la batalla de Qades frente a Ramsés II, cuyo final no termino de solucionar la cuestión. Finalmente tras la guerra el imperio viviría de continuas luchas internas, acompañada con las continuas invasiones de los llamados pueblos del mar que para el siglo XII A.C. tras oscuras circunstancias llevarían al imperio a su destrucción y su desaparición en el escenario mundial de la Historia Antigua.


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miércoles, 14 de julio de 2010

Egipto


La civilización Egipcia fue un don del Nilo, constituyéndose en una región sumamente fértil para ser un lugar tan seco, en donde se desarrolla una de las civilizaciones milenarias más grandiosas de la Edad Antigua. En un principio Egipto estaba dividido en 2 reinos el Alto Egipto y el Bajo Egipto, el primero con temperaturas cálidas y un largo oasis, mientras que en el segundo las temperaturas eran más tropicales y con algunas lluvias. La historia de Egipto a sido dividida en varios períodos por los expertos: Imperio Antiguo (2278 A.C.-2260 A.C) Primer período Intermedio (2260 A.C-2160 A.C.) Imperio Medio (2160 A.C.-1785 A.C.) Segundo período Intermedio (1785 A.C.-1580 A.C.) Imperio Nuevo (1580 A.C.-1085 A.C.) y la Baja Época (1085 A.C.-333 A.C).
Hacia 3200 A.C las dinastías tinitas unificaron Egipto, fundando la capital en medio de los 2 reinos llamada Menfis. En el Alto Egipto reino el rey escorpión al que le sucede Menes naciendo así la primera dinastía. Hacia él 2700 A.C. el faraón más celebre de la III dinastía Zoser, hizo incursiones por el Sinaí y le encargo a su visir Imhotep la construcción de su tumba y su residencia eterna de acuerdo a las creencias religiosas Egipcias con Ra como el dios supremo, en donde los faraones al morir se asimilaban a los dioses. Esta residencia eterna es la que se conoce como la primera pirámide diseñada por este arquitecto, pero con una diferencia tenía base rectangular y la cima no era puntiaguda. Alrededor de la pirámide Imhotep construyo templos, capillas y patios para que el faraón celebrase sus ceremonias en el más allá.
La estructura político-social de Egipto descendía del rey representante de los dioses quien se encargaba de la toma de decisiones del imperio, ayudado por un visir, encargado de la economía y la impartición de justicia. El rey tenía una serie de ministros llamados funcionarios que velaban por el buen estado del país, secundados por muchos jefes, ayudados por subalternos y en lo más bajo de esta pirámide social los campesinos que realizaban la actividad agrícola y de producción, así como de construcción en conjunto con los esclavos.
Snefru fundador de la IV dinastía, sucesor de Huni en el 2625 A.C., realizo expediciones a Nubia contra los libios insurrectos y al Sinaí en busca de turquesas, también contuvo a los beduinos llegados de Asia y estableció protección a los barcos anclados en el Líbano con maderas esenciales para la construcción. Este emperador también es conocido por mandarse a construir la primera pirámide de base cuadrada
Keops sucedió a su padre Snefru hacia el 2600 A.C. durante su reinado mando a construir la pirámide más grande de todas, labor que hacían los campesinos y por cuyo trabajo solo se les pagaba con pan y cerveza. A Keops le sucedieron dos de sus hijos Djedfre y Kefrén, a quién se le edifico una pirámide en la misma meseta de Gizeh como a su padre, pero más pequeña. Posteriormente a su hijo Mikerinos, hizo construir otra aún más pequeña en Gizeh, pero no fue terminada completamente debido a un oráculo que le aviso al faraón que no le quedaban más de 6 años de vida. Desde entonces cada faraón se hizo construir una pirámide.
A partir del 2470 A.C. durante el reinado del faraón Unas, las fórmulas religiosas dictadas por los sacerdotes fueron escritas en tablillas incluidas en las pirámides para la protección del faraón de los males en el más allá. Por otro lado a los campesinos apenas y se les enterraba con una estera, con un puñado de dátiles y una jarra y si acaso una joya sencilla y a los grandes visires se les construía mastabas, quienes se casaban con las hijas de los faraones para tomar parte de su autoridad pero sin cumplir sus obligaciones por lo cual los invasores al imperio avanzaron considerablemente. El Imperio antiguo finalizaría hacia el 2200 A.C. con los reinados de Pepi I y Pepi II. Pepi I dejo testimonios de sus expediciones contra los palestinos y beduinos, además de traer turquesas desde el Sinaí, mientras que Pepi II traería el período de mayor calma a los egipcios entre el 2270 y 2180 A.C., pero al no poder contener las incursiones extranjeras por el Delta su poder decayó y con ello el Imperio Antiguo.
Hacia 2260 A.C. Egipto se fragmentó en principados a la caída del poder real, pero los ricos se vieron arruinados y sus bienes saqueados por los ladrones del imperio, el faraón perdió prestigio y el pueblo aprovechándose de la situación se apropio de los ritos religiosos reservados al faraón y los altos funcionarios para alcanzar la inmortalidad, se acrecentó el culto al dios Osiris y aparece la momificación. Una serie de reyes se sucedían en el poder sin encontrarse uno real, Egipto quedo dividido en tres: los nómadas de Asia dominaban el Delta, los príncipes de Heracleópolis el Egipto Medio y los príncipes de Tebas el Alto Egipto, en donde esta última fue la vencedora en la lucha por el poder y en 2160 A.C. se restituyo la unidad, se creó la XI dinastía de los Antef y los Mentuhotep y con ello el inicio del Imperio Medio.
En el reinado de Mentuhotep luchó durante muchos años contra los invasores de los países vecinos, los asiáticos, los libios y los nubios, consiguiendo derrotar a todos ellos. Tebas se convierte en la capital del imperio, los obreros y campesinos vuelven a sus labores y el faraón establece una buena administración gracias a la ayuda de sus funcionarios y escribas.
A la muerte de Mentuhotep en el año 2000 A.C. empezaron nuevamente las revueltas y reaparece el hambre, por lo cual Amenemes visir del faraón muerto, toma el poder y da inicio a la XII dinastía. Amenemes se va al norte e instala una nueva capital en la ciudad de List, prosigue con la política de Mentuhotep, se anexiona la baja Nubia, continúa las explotaciones de mineral en el Sinaí y manda construir poderosas fortificaciones de hasta 6 metros de altura, vigiladas por soldados.
El Imperio Medio termina con la XII dinastía y el reinado de una mujer en el 1785 A.C. en donde Egipto entra nuevamente en un período de crisis para el segundo período intermedio con fuertes disputas por el reino entre los faraones de la XIII y XIV dinastía, lo cuál permitió la infiltración de invasores extranjeros de Palestina y Siria llamados hicsos.
Los hicsos se instalaron en Egipto aprovechando la debilidad de los faraones de la XIII dinastía, fundaron una nueva capital llamada Avaris y su jefe Salitis fundó sus propias dinastías la XV y la XVI entre el 1730 A.C. y el 1580 A.C. mientras que a su vez los faraones reinaban en principados bien sean en Tebas o en Menfis. Los hicsos eran poderosos guerreros, utilizaban el harpa, un arma en forma de hoz y los carros de combate tirados por caballos que fueron adoptados por los egipcios, además de aprovechar sus conocimientos en el manejo del bronce, los Hicsos a su vez adoptaron y se hicieron con las costumbres, los dioses y las tradiciones egipcias.
Posteriormente los príncipes egipcios refugiados en Tebas se rebelaron e hicieron independientes, Rahotep fundo la XVII dinastía, formo un ejército bien entrenado y al final del reinado de Apopi I, último rey hicso empezaron las luchas, en donde los príncipes egipcios rechazaron a los egipcios y los expulsaron al norte, mientras sometían Nubia al sur. Entre 1600 y 1580 A.C. un príncipe tebano, Ahmosis consiguió reconstruir el imperio egipcio y fundar la XVIII dinastía y con ello el Imperio Nuevo.
Amenofis I, hijo de Ahmosis continuó con la obra de su padre y reorganizó el país, dirigiendo pocas campañas militares, pero si muchas construcciones como varios templos y entre ellas su propia tumba, acompañado con buenas dádivas a los funcionarios del imperio con las que se gano su apoyo. Al morir dejo su reino a su hijo Tutmés I, quien emprendió importantes campañas militares desde Nubia hasta el Éufrates, expandiendo y trayendo prosperidad al imperio.
A la muerte de Tutmés I en 1520 A.C. se suscito un problema sucesorio, como el rey se había visto obligado a casarse con su tía, la cuál solo tuvo una hija, llamada Hatseput quién toma el poder y se casa con su hermano Tutmés II, pero a su muerte en 1504 A.C. se casa con su sobrino Tutmés III a quien mantiene lejos del poder del imperio. La reina llevo a cabo importantes políticas de grandes obras y buenas relaciones comerciales con los países extranjeros, no perdió ninguna de las conquistas egipcias y obtuvo de sus relaciones comerciales marfil, ébano, oro, cobre, piedras preciosas, frutos y plantas comestibles.
A la muerte de Hatseput hacia el 1493 A.C. su esposo Tutmés III enfurecido y lleno de rencor, mando a destruir todas las obras dedicadas a su esposa y a borrar todas las inscripciones que aparecía su nombre. Durante su reinado reanudó campañas militares en Nubia, anexionándola prácticamente toda al país, en Palestina obtuvo una victoria en Megidó y ocupó Biblos y Simyra, hasta llegar a cruzar el Éufrates tras 18 campañas. Organizo estos países en protectorados dirigidos por representantes del pueblo fieles a su reino, trayendo a Egipto esclavos, madera y metales preciosos. Su primogénito Amenofis II, continúo con la expansión militar desde su reinado en 1450 A.C. pero los faraones siguientes Tutmés IV y Amenofis III se limitaron a intimidar y vigilar a los pueblos de las fronteras sin expandir el imperio. Durante la XVIII dinastía el poder esencial fue el militar, utilizando a los carros de guerra como fuerza de élite el imperio creció considerablemente tras numerosas victorias, en donde los oficiales militares y altos dignatarios aumentaron su poder y de la misma manera los sacerdotes de Amón aumentaron fuertemente su influencia siendo un peligro para los faraones, en donde Egipto vivió su período de mayor comodidad, con grandes obras, hermosos vestidos, arte y literatura.
Al morir Amenofis III en el 1372 A.C. su hijo Amenofis IV toma el poder, mientras los sacerdotes de Amón aumentaban su poder y propiedades equiparadas con las del faraón. El joven emperador se casa con Nefertiti, una hermosa reina, en donde el soberano decide cambiar su culto religioso al dios Atón sobre Amón, por lo que los sacerdotes de Amón reaccionaron en una lucha contra el culto del faraón.
El rey y la reina decidieron marcharse de Tebas, ciudad de Amón y mandaron a construir una nueva capital en la actual Tell al-Amarna llamada Ajtatón. El rey adopta el nuevo nombre de Ajnatón o agradable a Atón construyendo su gran ciudad con patios, jardines, estatuas reales, residencias de sacerdotes, un barrio para artesanos, su propio cuerpo de guardias semejantes a los policías de hoy en día, así como una renovación en las representaciones artísticas basadas en la figuración de personas, mientras todos en la ciudad le rendían culto al dios Atón.
Entregado totalmente a su fe y a su familia Ajnatón olvida todo lo relacionado con las conquistas y la administración del reino, mientras sus funcionarios y escribas buscan como enriquecerse el imperio se resquebraja y el faraón en su locura manda a liberar a todos los pueblos sometidos al culto de Amón. A la muerte de Ajnatón en el 1354 A.C. el clero de Amón restaura su culto, la capital construida por Ajnatón queda destruida y los sacerdotes se aprovechan de la juventud de sus sucesores Semenjaré y Tut Anj Amón, mientras el mayordomo Ay dirigía los asuntos internos, un general llamado Horemheb, apoyado por los sacerdotes de Atón restaura el poder de los faraones, pero al no tener descendiente deja el reino en mano de uno de sus amigos llamado Ramsés, quien funda una nueva dinastía para 1314 A.C.
El nuevo faraón era un militar quien gobernó con la ayuda de su hijo Seti, instalándose en Menfis, la antigua capital del imperio con el objetivo de alejarse del culto de Amón. Al morir, su hijo Seti I sube al trono e inicia una política de equilibrio religioso haciéndose llamar hijo de Amón para satisfacer a los sacerdotes de Tebas e hijo de Ptah para complacer a los sacerdotes de Menfis, pero destacando siempre a su dios Set. Seti I llevo a cabo una fuerte política exterior, al establecer la influencia egipcia en los límites del imperio, lucha contra los hititas en Siria y Palestina, llegando hasta Qades, hasta que finalmente firma un tratado de paz con estos. Posteriormente lucharía contra los libios y los nubios, mientras que mandaba a construir una inmensa tumba en el Valle de los Reyes, revitalizando las construcciones y el trabajo de las minas, principalmente el oro y las turquesas, así como de las canteras.
Hacia 1300 A.C. a la muerte de Seti I, su hijo Ramsés II, el elegido de Ra accede al poder. Es considerado el más celebre de los faraones egipcios, tuvo numerosas esposas y de ellas muchos hijos, creo ciudades nuevas, amplió el imperio, mando a erigir estatuas gigantescas, templos, capillas y ciudades como Abu Simbel, grabando sus hazañas en dibujos y textos. Ramsés II llevo a cabo importantes campañas en Siria y Palestina, la más celebre de todas, la de 1284 A.C. en la que intentó apoderarse de la ciudad de Qades de los Hititas, considerada como una de las más grandes batallas de la Historia, terminando con una alianza de paz con estos que tardo casi 16 años en realizarse.
A su muerte en el 1235 A.C. le sucede su hijo decimocuarto Menefta, al morir los otros 13, durante su reinado el pueblo vivía en perfecta paz, pero se vio interrumpida por la incursión de los pueblos del mar, que finalmente fueron expulsados por los egipcios en una lucha que trajo 6000 muertos y 9000 prisioneros de guerra. A la muerte de Menefta el imperio se sumió en un período de rivalidades y luchas intensas entre los descendientes de Ramsés, hasta que en 1198 A.C. Setnajt fundara una nueva dinastía. A este le sucede Ramsés III quién emprendió campañas militares contra los libios y los pueblos del mar, muriendo en 1168 por un complot llevado a cabo por la reina Tiy. Sucediendo en el trono una serie de faraones llamados Ramsés, desde el IV hasta el XI la autoridad real se tambaleo, acompañado con escándalos por parte de los sacerdotes de Amón, llevando al imperio a una ruina de hambre y saqueos constituyendo el fin del Imperio Nuevo.
En el delta un faraón llamado Smendes, sucesor de los ramésidas fundo la XXI dinastía, mientras que en Tebas los sacerdotes de Amón nombraron como su soberano a un jefe militar llamado Herihor, por lo cuál Egipto entro en un período de caos político como consecuencia de las ambiciones de los sacerdotes tebanos y por las incursiones de los nubios, libios y semitas. Posteriormente Psusenes II fundaría la XXII dinastía, derrotando al reino de Israel restableciendo el dominio egipcio sobre Palestina.
Hacia 780 A.C. el poder central se disgrega dejando el valle del Nilo libre para la invasión de los nubios del reino de Kush, en donde solamente los príncipes de Sais representados por Tefnakth y Bakenrenef consiguieron resistir el avance, pero Sebacón rey de Kush, derrota a los Sais y funda la XXV dinastía etíope, conquistando todo el valle del Nilo para el 715 A.C.
En el 671 A.C. el rey asirio Asarhaddón conquista el Bajo y Medio Egipto, llegando casi hasta Tebas, ciudad que es conquistada por Assurbanipal destronando al último faraón etíope Tanutamón en los intentos de liberar a Egipto del dominio asirio. Psamético I, príncipe de Sais, aprovecho que Assurbanipal había retirado su ejército de Egipto y consiguió liberarlo, unificando el país y reactivando su economía. Durante el reinado de Necao II se formo un ejército basado en mercenarios griegos y ante la decadencia del imperio asirio, Egipto decidió conquistar Palestina y Siria, hasta el Éufrates, pero son detenidos por el rey de la renacida Babilonia, Nabucodonosor en Karkemish en el 605 A.C. Los sucesores de Necao prosiguieron con la expansión hacia Siria y Palestina y tuvieron que defenderse de la tentativa de invasión Nubia, hasta que finalmente los tres últimos faraones de la XXVI dinastía tuvieron que hacer frente a la amenaza del imperio Persa.
Los persas conquistaron Egipto en el 525 A.C. tras derrotar a Psamético III en Pelusium, por parte del rey Cambises que redujo a Egipto a una satrapía o simple provincia del imperio Persa. La dinastía XXVII, de los aqueménida fue odiada por los egipcios, quienes se levantaban en rebeliones ante la explotación y el desprecio persa sobre las tradiciones egipcias. En 404 A.C. los egipcios con Amirteo de Sais de la XXVIII dinastía, expulsaron a los persas, manteniendo un período de independencia durante las dos últimas dinastías la XXIX y la XXX, hasta que en el 341 A.C. Artajerjes III derrota a Nectane-bo II, el último faraón que cayó ante los persas.
En 332 A.C. Alejandro Magno conquista Egipto, es proclamado hijo de Amón y funda la ciudad de Alejandría, a su muerte en el 323 A.C. en Babilonia uno de sus generales Ptolomeo Sóter, toma el mando y funda la dinastía ptolemaica que duro entre el 305 y el 30 A.C. durante su reinado Egipto fue dividido en nomos o pequeños principados y se inicio un proceso de renovación de las artes y las ciencias con la construcción de Biblioteca de Alejandría, pero a pesar de ello Ptolomeo estableció una discriminación entre egipcios y greco macedonios, en donde los primeros no tenían acceso a ningún cargo importante, trayendo considerables revueltas y levantamientos que debilitaron el poder de la dinastía, que ante las amenazas siriomacedónicas pidieron el apoyo de Roma .
En el 51 A.C. al morir Tolomeo XII, deja su reino en manos de su hijo y su hija Cleopatra de 17 años, quien se vuelve soberana al casarse con su hermano de 10 años Tolomeo XIII. La situación de Egipto era desastrosa y el hambre era constante en el imperio, por lo que la joven tuvo que enfrentarse a esto y a las presiones de los ministros de su hermano que consiguieron expulsarla de Alejandría, pero cometieron el error de asesinar a un general romano llamado Pompeyo, enviando su cabeza a César, quien busca venganza sobre Egipto mandando a castigar a sus asesinos, pero Cleopatra envuelta en una alfombra consigue burlar a los guardias y presentarse ante el emperador, quien queda enamorado por los encantos de la reina y la restituye como emperadora de Egipto, llevándosela a Roma, consiguiendo la reina mantener a los faraones lágidas en el poder.
A la muerte de César Cleopatra vuelve a Egipto y manda a asesinar a su hermano Tolomeo XIV, dirigiendo el imperio en nombre de su hijo Cesarión de 3 años de edad. En 41 A.C. se entrevista con Marco Antonio en Egipto, quien le solicita ayuda para enfrentarse a Octavio, heredero del emperador Augusto, enamorado de Cleopatra rompe las relaciones con Roma y crea un imperio basado en Egipto, en donde conquista Chipre, Creta y Fenicia, prosiguiendo una lucha contra los partos, mientras Cleopatra renovaba las tradiciones y las artes egipcias, así como el culto a los dioses. En el 31 A.C. Octavio en la batalla naval de Actium, gracias a las cohesiones de las legiones romanas, consigue derrotar a los navíos de Cleopatra y Marco Antonio. En Alejandría Marco Antonio se suicida, así como la reina de Egipto por el miedo ante la derrota, Octavio manda a asesinar a Tolomeo XV, desconociéndose el destino de Tolomeo XVI y con ello el fin de la dinastía lágida y de un imperio que habría durado milenios con grandes aportes para la humanidad.
Continuara...