La civilización Egipcia fue un don del Nilo, constituyéndose en una región sumamente fértil para ser un lugar tan seco, en donde se desarrolla una de las civilizaciones milenarias más grandiosas de la Edad Antigua. En un principio Egipto estaba dividido en 2 reinos el Alto Egipto y el Bajo Egipto, el primero con temperaturas cálidas y un largo oasis, mientras que en el segundo las temperaturas eran más tropicales y con algunas lluvias. La historia de Egipto a sido dividida en varios períodos por los expertos: Imperio Antiguo (2278 A.C.-2260 A.C) Primer período Intermedio (2260 A.C-2160 A.C.) Imperio Medio (2160 A.C.-1785 A.C.) Segundo período Intermedio (1785 A.C.-1580 A.C.) Imperio Nuevo (1580 A.C.-1085 A.C.) y la Baja Época (1085 A.C.-333 A.C).
Hacia 3200 A.C las dinastías tinitas unificaron Egipto, fundando la capital en medio de los 2 reinos llamada Menfis. En el Alto Egipto reino el rey escorpión al que le sucede Menes naciendo así la primera dinastía. Hacia él 2700 A.C. el faraón más celebre de la III dinastía Zoser, hizo incursiones por el Sinaí y le encargo a su visir Imhotep la construcción de su tumba y su residencia eterna de acuerdo a las creencias religiosas Egipcias con Ra como el dios supremo, en donde los faraones al morir se asimilaban a los dioses. Esta residencia eterna es la que se conoce como la primera pirámide diseñada por este arquitecto, pero con una diferencia tenía base rectangular y la cima no era puntiaguda. Alrededor de la pirámide Imhotep construyo templos, capillas y patios para que el faraón celebrase sus ceremonias en el más allá.
La estructura político-social de Egipto descendía del rey representante de los dioses quien se encargaba de la toma de decisiones del imperio, ayudado por un visir, encargado de la economía y la impartición de justicia. El rey tenía una serie de ministros llamados funcionarios que velaban por el buen estado del país, secundados por muchos jefes, ayudados por subalternos y en lo más bajo de esta pirámide social los campesinos que realizaban la actividad agrícola y de producción, así como de construcción en conjunto con los esclavos.
Snefru fundador de la IV dinastía, sucesor de Huni en el 2625 A.C., realizo expediciones a Nubia contra los libios insurrectos y al Sinaí en busca de turquesas, también contuvo a los beduinos llegados de Asia y estableció protección a los barcos anclados en el Líbano con maderas esenciales para la construcción. Este emperador también es conocido por mandarse a construir la primera pirámide de base cuadrada
Keops sucedió a su padre Snefru hacia el 2600 A.C. durante su reinado mando a construir la pirámide más grande de todas, labor que hacían los campesinos y por cuyo trabajo solo se les pagaba con pan y cerveza. A Keops le sucedieron dos de sus hijos Djedfre y Kefrén, a quién se le edifico una pirámide en la misma meseta de Gizeh como a su padre, pero más pequeña. Posteriormente a su hijo Mikerinos, hizo construir otra aún más pequeña en Gizeh, pero no fue terminada completamente debido a un oráculo que le aviso al faraón que no le quedaban más de 6 años de vida. Desde entonces cada faraón se hizo construir una pirámide.
A partir del 2470 A.C. durante el reinado del faraón Unas, las fórmulas religiosas dictadas por los sacerdotes fueron escritas en tablillas incluidas en las pirámides para la protección del faraón de los males en el más allá. Por otro lado a los campesinos apenas y se les enterraba con una estera, con un puñado de dátiles y una jarra y si acaso una joya sencilla y a los grandes visires se les construía mastabas, quienes se casaban con las hijas de los faraones para tomar parte de su autoridad pero sin cumplir sus obligaciones por lo cual los invasores al imperio avanzaron considerablemente. El Imperio antiguo finalizaría hacia el 2200 A.C. con los reinados de Pepi I y Pepi II. Pepi I dejo testimonios de sus expediciones contra los palestinos y beduinos, además de traer turquesas desde el Sinaí, mientras que Pepi II traería el período de mayor calma a los egipcios entre el 2270 y 2180 A.C., pero al no poder contener las incursiones extranjeras por el Delta su poder decayó y con ello el Imperio Antiguo.
Hacia 2260 A.C. Egipto se fragmentó en principados a la caída del poder real, pero los ricos se vieron arruinados y sus bienes saqueados por los ladrones del imperio, el faraón perdió prestigio y el pueblo aprovechándose de la situación se apropio de los ritos religiosos reservados al faraón y los altos funcionarios para alcanzar la inmortalidad, se acrecentó el culto al dios Osiris y aparece la momificación. Una serie de reyes se sucedían en el poder sin encontrarse uno real, Egipto quedo dividido en tres: los nómadas de Asia dominaban el Delta, los príncipes de Heracleópolis el Egipto Medio y los príncipes de Tebas el Alto Egipto, en donde esta última fue la vencedora en la lucha por el poder y en 2160 A.C. se restituyo la unidad, se creó la XI dinastía de los Antef y los Mentuhotep y con ello el inicio del Imperio Medio.
En el reinado de Mentuhotep luchó durante muchos años contra los invasores de los países vecinos, los asiáticos, los libios y los nubios, consiguiendo derrotar a todos ellos. Tebas se convierte en la capital del imperio, los obreros y campesinos vuelven a sus labores y el faraón establece una buena administración gracias a la ayuda de sus funcionarios y escribas.
A la muerte de Mentuhotep en el año 2000 A.C. empezaron nuevamente las revueltas y reaparece el hambre, por lo cual Amenemes visir del faraón muerto, toma el poder y da inicio a la XII dinastía. Amenemes se va al norte e instala una nueva capital en la ciudad de List, prosigue con la política de Mentuhotep, se anexiona la baja Nubia, continúa las explotaciones de mineral en el Sinaí y manda construir poderosas fortificaciones de hasta 6 metros de altura, vigiladas por soldados.
El Imperio Medio termina con la XII dinastía y el reinado de una mujer en el 1785 A.C. en donde Egipto entra nuevamente en un período de crisis para el segundo período intermedio con fuertes disputas por el reino entre los faraones de la XIII y XIV dinastía, lo cuál permitió la infiltración de invasores extranjeros de Palestina y Siria llamados hicsos.
Los hicsos se instalaron en Egipto aprovechando la debilidad de los faraones de la XIII dinastía, fundaron una nueva capital llamada Avaris y su jefe Salitis fundó sus propias dinastías la XV y la XVI entre el 1730 A.C. y el 1580 A.C. mientras que a su vez los faraones reinaban en principados bien sean en Tebas o en Menfis. Los hicsos eran poderosos guerreros, utilizaban el harpa, un arma en forma de hoz y los carros de combate tirados por caballos que fueron adoptados por los egipcios, además de aprovechar sus conocimientos en el manejo del bronce, los Hicsos a su vez adoptaron y se hicieron con las costumbres, los dioses y las tradiciones egipcias.
Posteriormente los príncipes egipcios refugiados en Tebas se rebelaron e hicieron independientes, Rahotep fundo la XVII dinastía, formo un ejército bien entrenado y al final del reinado de Apopi I, último rey hicso empezaron las luchas, en donde los príncipes egipcios rechazaron a los egipcios y los expulsaron al norte, mientras sometían Nubia al sur. Entre 1600 y 1580 A.C. un príncipe tebano, Ahmosis consiguió reconstruir el imperio egipcio y fundar la XVIII dinastía y con ello el Imperio Nuevo.
Amenofis I, hijo de Ahmosis continuó con la obra de su padre y reorganizó el país, dirigiendo pocas campañas militares, pero si muchas construcciones como varios templos y entre ellas su propia tumba, acompañado con buenas dádivas a los funcionarios del imperio con las que se gano su apoyo. Al morir dejo su reino a su hijo Tutmés I, quien emprendió importantes campañas militares desde Nubia hasta el Éufrates, expandiendo y trayendo prosperidad al imperio.
A la muerte de Tutmés I en 1520 A.C. se suscito un problema sucesorio, como el rey se había visto obligado a casarse con su tía, la cuál solo tuvo una hija, llamada Hatseput quién toma el poder y se casa con su hermano Tutmés II, pero a su muerte en 1504 A.C. se casa con su sobrino Tutmés III a quien mantiene lejos del poder del imperio. La reina llevo a cabo importantes políticas de grandes obras y buenas relaciones comerciales con los países extranjeros, no perdió ninguna de las conquistas egipcias y obtuvo de sus relaciones comerciales marfil, ébano, oro, cobre, piedras preciosas, frutos y plantas comestibles.
A la muerte de Hatseput hacia el 1493 A.C. su esposo Tutmés III enfurecido y lleno de rencor, mando a destruir todas las obras dedicadas a su esposa y a borrar todas las inscripciones que aparecía su nombre. Durante su reinado reanudó campañas militares en Nubia, anexionándola prácticamente toda al país, en Palestina obtuvo una victoria en Megidó y ocupó Biblos y Simyra, hasta llegar a cruzar el Éufrates tras 18 campañas. Organizo estos países en protectorados dirigidos por representantes del pueblo fieles a su reino, trayendo a Egipto esclavos, madera y metales preciosos. Su primogénito Amenofis II, continúo con la expansión militar desde su reinado en 1450 A.C. pero los faraones siguientes Tutmés IV y Amenofis III se limitaron a intimidar y vigilar a los pueblos de las fronteras sin expandir el imperio. Durante la XVIII dinastía el poder esencial fue el militar, utilizando a los carros de guerra como fuerza de élite el imperio creció considerablemente tras numerosas victorias, en donde los oficiales militares y altos dignatarios aumentaron su poder y de la misma manera los sacerdotes de Amón aumentaron fuertemente su influencia siendo un peligro para los faraones, en donde Egipto vivió su período de mayor comodidad, con grandes obras, hermosos vestidos, arte y literatura.
Al morir Amenofis III en el 1372 A.C. su hijo Amenofis IV toma el poder, mientras los sacerdotes de Amón aumentaban su poder y propiedades equiparadas con las del faraón. El joven emperador se casa con Nefertiti, una hermosa reina, en donde el soberano decide cambiar su culto religioso al dios Atón sobre Amón, por lo que los sacerdotes de Amón reaccionaron en una lucha contra el culto del faraón.
El rey y la reina decidieron marcharse de Tebas, ciudad de Amón y mandaron a construir una nueva capital en la actual Tell al-Amarna llamada Ajtatón. El rey adopta el nuevo nombre de Ajnatón o agradable a Atón construyendo su gran ciudad con patios, jardines, estatuas reales, residencias de sacerdotes, un barrio para artesanos, su propio cuerpo de guardias semejantes a los policías de hoy en día, así como una renovación en las representaciones artísticas basadas en la figuración de personas, mientras todos en la ciudad le rendían culto al dios Atón.
Entregado totalmente a su fe y a su familia Ajnatón olvida todo lo relacionado con las conquistas y la administración del reino, mientras sus funcionarios y escribas buscan como enriquecerse el imperio se resquebraja y el faraón en su locura manda a liberar a todos los pueblos sometidos al culto de Amón. A la muerte de Ajnatón en el 1354 A.C. el clero de Amón restaura su culto, la capital construida por Ajnatón queda destruida y los sacerdotes se aprovechan de la juventud de sus sucesores Semenjaré y Tut Anj Amón, mientras el mayordomo Ay dirigía los asuntos internos, un general llamado Horemheb, apoyado por los sacerdotes de Atón restaura el poder de los faraones, pero al no tener descendiente deja el reino en mano de uno de sus amigos llamado Ramsés, quien funda una nueva dinastía para 1314 A.C.
El nuevo faraón era un militar quien gobernó con la ayuda de su hijo Seti, instalándose en Menfis, la antigua capital del imperio con el objetivo de alejarse del culto de Amón. Al morir, su hijo Seti I sube al trono e inicia una política de equilibrio religioso haciéndose llamar hijo de Amón para satisfacer a los sacerdotes de Tebas e hijo de Ptah para complacer a los sacerdotes de Menfis, pero destacando siempre a su dios Set. Seti I llevo a cabo una fuerte política exterior, al establecer la influencia egipcia en los límites del imperio, lucha contra los hititas en Siria y Palestina, llegando hasta Qades, hasta que finalmente firma un tratado de paz con estos. Posteriormente lucharía contra los libios y los nubios, mientras que mandaba a construir una inmensa tumba en el Valle de los Reyes, revitalizando las construcciones y el trabajo de las minas, principalmente el oro y las turquesas, así como de las canteras.
Hacia 1300 A.C. a la muerte de Seti I, su hijo Ramsés II, el elegido de Ra accede al poder. Es considerado el más celebre de los faraones egipcios, tuvo numerosas esposas y de ellas muchos hijos, creo ciudades nuevas, amplió el imperio, mando a erigir estatuas gigantescas, templos, capillas y ciudades como Abu Simbel, grabando sus hazañas en dibujos y textos. Ramsés II llevo a cabo importantes campañas en Siria y Palestina, la más celebre de todas, la de 1284 A.C. en la que intentó apoderarse de la ciudad de Qades de los Hititas, considerada como una de las más grandes batallas de la Historia, terminando con una alianza de paz con estos que tardo casi 16 años en realizarse.
A su muerte en el 1235 A.C. le sucede su hijo decimocuarto Menefta, al morir los otros 13, durante su reinado el pueblo vivía en perfecta paz, pero se vio interrumpida por la incursión de los pueblos del mar, que finalmente fueron expulsados por los egipcios en una lucha que trajo 6000 muertos y 9000 prisioneros de guerra. A la muerte de Menefta el imperio se sumió en un período de rivalidades y luchas intensas entre los descendientes de Ramsés, hasta que en 1198 A.C. Setnajt fundara una nueva dinastía. A este le sucede Ramsés III quién emprendió campañas militares contra los libios y los pueblos del mar, muriendo en 1168 por un complot llevado a cabo por la reina Tiy. Sucediendo en el trono una serie de faraones llamados Ramsés, desde el IV hasta el XI la autoridad real se tambaleo, acompañado con escándalos por parte de los sacerdotes de Amón, llevando al imperio a una ruina de hambre y saqueos constituyendo el fin del Imperio Nuevo.
En el delta un faraón llamado Smendes, sucesor de los ramésidas fundo la XXI dinastía, mientras que en Tebas los sacerdotes de Amón nombraron como su soberano a un jefe militar llamado Herihor, por lo cuál Egipto entro en un período de caos político como consecuencia de las ambiciones de los sacerdotes tebanos y por las incursiones de los nubios, libios y semitas. Posteriormente Psusenes II fundaría la XXII dinastía, derrotando al reino de Israel restableciendo el dominio egipcio sobre Palestina.
Hacia 780 A.C. el poder central se disgrega dejando el valle del Nilo libre para la invasión de los nubios del reino de Kush, en donde solamente los príncipes de Sais representados por Tefnakth y Bakenrenef consiguieron resistir el avance, pero Sebacón rey de Kush, derrota a los Sais y funda la XXV dinastía etíope, conquistando todo el valle del Nilo para el 715 A.C.
En el 671 A.C. el rey asirio Asarhaddón conquista el Bajo y Medio Egipto, llegando casi hasta Tebas, ciudad que es conquistada por Assurbanipal destronando al último faraón etíope Tanutamón en los intentos de liberar a Egipto del dominio asirio. Psamético I, príncipe de Sais, aprovecho que Assurbanipal había retirado su ejército de Egipto y consiguió liberarlo, unificando el país y reactivando su economía. Durante el reinado de Necao II se formo un ejército basado en mercenarios griegos y ante la decadencia del imperio asirio, Egipto decidió conquistar Palestina y Siria, hasta el Éufrates, pero son detenidos por el rey de la renacida Babilonia, Nabucodonosor en Karkemish en el 605 A.C. Los sucesores de Necao prosiguieron con la expansión hacia Siria y Palestina y tuvieron que defenderse de la tentativa de invasión Nubia, hasta que finalmente los tres últimos faraones de la XXVI dinastía tuvieron que hacer frente a la amenaza del imperio Persa.
Los persas conquistaron Egipto en el 525 A.C. tras derrotar a Psamético III en Pelusium, por parte del rey Cambises que redujo a Egipto a una satrapía o simple provincia del imperio Persa. La dinastía XXVII, de los aqueménida fue odiada por los egipcios, quienes se levantaban en rebeliones ante la explotación y el desprecio persa sobre las tradiciones egipcias. En 404 A.C. los egipcios con Amirteo de Sais de la XXVIII dinastía, expulsaron a los persas, manteniendo un período de independencia durante las dos últimas dinastías la XXIX y la XXX, hasta que en el 341 A.C. Artajerjes III derrota a Nectane-bo II, el último faraón que cayó ante los persas.
En 332 A.C. Alejandro Magno conquista Egipto, es proclamado hijo de Amón y funda la ciudad de Alejandría, a su muerte en el 323 A.C. en Babilonia uno de sus generales Ptolomeo Sóter, toma el mando y funda la dinastía ptolemaica que duro entre el 305 y el 30 A.C. durante su reinado Egipto fue dividido en nomos o pequeños principados y se inicio un proceso de renovación de las artes y las ciencias con la construcción de Biblioteca de Alejandría, pero a pesar de ello Ptolomeo estableció una discriminación entre egipcios y greco macedonios, en donde los primeros no tenían acceso a ningún cargo importante, trayendo considerables revueltas y levantamientos que debilitaron el poder de la dinastía, que ante las amenazas siriomacedónicas pidieron el apoyo de Roma .
En el 51 A.C. al morir Tolomeo XII, deja su reino en manos de su hijo y su hija Cleopatra de 17 años, quien se vuelve soberana al casarse con su hermano de 10 años Tolomeo XIII. La situación de Egipto era desastrosa y el hambre era constante en el imperio, por lo que la joven tuvo que enfrentarse a esto y a las presiones de los ministros de su hermano que consiguieron expulsarla de Alejandría, pero cometieron el error de asesinar a un general romano llamado Pompeyo, enviando su cabeza a César, quien busca venganza sobre Egipto mandando a castigar a sus asesinos, pero Cleopatra envuelta en una alfombra consigue burlar a los guardias y presentarse ante el emperador, quien queda enamorado por los encantos de la reina y la restituye como emperadora de Egipto, llevándosela a Roma, consiguiendo la reina mantener a los faraones lágidas en el poder.
A la muerte de César Cleopatra vuelve a Egipto y manda a asesinar a su hermano Tolomeo XIV, dirigiendo el imperio en nombre de su hijo Cesarión de 3 años de edad. En 41 A.C. se entrevista con Marco Antonio en Egipto, quien le solicita ayuda para enfrentarse a Octavio, heredero del emperador Augusto, enamorado de Cleopatra rompe las relaciones con Roma y crea un imperio basado en Egipto, en donde conquista Chipre, Creta y Fenicia, prosiguiendo una lucha contra los partos, mientras Cleopatra renovaba las tradiciones y las artes egipcias, así como el culto a los dioses. En el 31 A.C. Octavio en la batalla naval de Actium, gracias a las cohesiones de las legiones romanas, consigue derrotar a los navíos de Cleopatra y Marco Antonio. En Alejandría Marco Antonio se suicida, así como la reina de Egipto por el miedo ante la derrota, Octavio manda a asesinar a Tolomeo XV, desconociéndose el destino de Tolomeo XVI y con ello el fin de la dinastía lágida y de un imperio que habría durado milenios con grandes aportes para la humanidad.
Hacia 3200 A.C las dinastías tinitas unificaron Egipto, fundando la capital en medio de los 2 reinos llamada Menfis. En el Alto Egipto reino el rey escorpión al que le sucede Menes naciendo así la primera dinastía. Hacia él 2700 A.C. el faraón más celebre de la III dinastía Zoser, hizo incursiones por el Sinaí y le encargo a su visir Imhotep la construcción de su tumba y su residencia eterna de acuerdo a las creencias religiosas Egipcias con Ra como el dios supremo, en donde los faraones al morir se asimilaban a los dioses. Esta residencia eterna es la que se conoce como la primera pirámide diseñada por este arquitecto, pero con una diferencia tenía base rectangular y la cima no era puntiaguda. Alrededor de la pirámide Imhotep construyo templos, capillas y patios para que el faraón celebrase sus ceremonias en el más allá.
La estructura político-social de Egipto descendía del rey representante de los dioses quien se encargaba de la toma de decisiones del imperio, ayudado por un visir, encargado de la economía y la impartición de justicia. El rey tenía una serie de ministros llamados funcionarios que velaban por el buen estado del país, secundados por muchos jefes, ayudados por subalternos y en lo más bajo de esta pirámide social los campesinos que realizaban la actividad agrícola y de producción, así como de construcción en conjunto con los esclavos.
Snefru fundador de la IV dinastía, sucesor de Huni en el 2625 A.C., realizo expediciones a Nubia contra los libios insurrectos y al Sinaí en busca de turquesas, también contuvo a los beduinos llegados de Asia y estableció protección a los barcos anclados en el Líbano con maderas esenciales para la construcción. Este emperador también es conocido por mandarse a construir la primera pirámide de base cuadrada
Keops sucedió a su padre Snefru hacia el 2600 A.C. durante su reinado mando a construir la pirámide más grande de todas, labor que hacían los campesinos y por cuyo trabajo solo se les pagaba con pan y cerveza. A Keops le sucedieron dos de sus hijos Djedfre y Kefrén, a quién se le edifico una pirámide en la misma meseta de Gizeh como a su padre, pero más pequeña. Posteriormente a su hijo Mikerinos, hizo construir otra aún más pequeña en Gizeh, pero no fue terminada completamente debido a un oráculo que le aviso al faraón que no le quedaban más de 6 años de vida. Desde entonces cada faraón se hizo construir una pirámide.
A partir del 2470 A.C. durante el reinado del faraón Unas, las fórmulas religiosas dictadas por los sacerdotes fueron escritas en tablillas incluidas en las pirámides para la protección del faraón de los males en el más allá. Por otro lado a los campesinos apenas y se les enterraba con una estera, con un puñado de dátiles y una jarra y si acaso una joya sencilla y a los grandes visires se les construía mastabas, quienes se casaban con las hijas de los faraones para tomar parte de su autoridad pero sin cumplir sus obligaciones por lo cual los invasores al imperio avanzaron considerablemente. El Imperio antiguo finalizaría hacia el 2200 A.C. con los reinados de Pepi I y Pepi II. Pepi I dejo testimonios de sus expediciones contra los palestinos y beduinos, además de traer turquesas desde el Sinaí, mientras que Pepi II traería el período de mayor calma a los egipcios entre el 2270 y 2180 A.C., pero al no poder contener las incursiones extranjeras por el Delta su poder decayó y con ello el Imperio Antiguo.
Hacia 2260 A.C. Egipto se fragmentó en principados a la caída del poder real, pero los ricos se vieron arruinados y sus bienes saqueados por los ladrones del imperio, el faraón perdió prestigio y el pueblo aprovechándose de la situación se apropio de los ritos religiosos reservados al faraón y los altos funcionarios para alcanzar la inmortalidad, se acrecentó el culto al dios Osiris y aparece la momificación. Una serie de reyes se sucedían en el poder sin encontrarse uno real, Egipto quedo dividido en tres: los nómadas de Asia dominaban el Delta, los príncipes de Heracleópolis el Egipto Medio y los príncipes de Tebas el Alto Egipto, en donde esta última fue la vencedora en la lucha por el poder y en 2160 A.C. se restituyo la unidad, se creó la XI dinastía de los Antef y los Mentuhotep y con ello el inicio del Imperio Medio.
En el reinado de Mentuhotep luchó durante muchos años contra los invasores de los países vecinos, los asiáticos, los libios y los nubios, consiguiendo derrotar a todos ellos. Tebas se convierte en la capital del imperio, los obreros y campesinos vuelven a sus labores y el faraón establece una buena administración gracias a la ayuda de sus funcionarios y escribas.
A la muerte de Mentuhotep en el año 2000 A.C. empezaron nuevamente las revueltas y reaparece el hambre, por lo cual Amenemes visir del faraón muerto, toma el poder y da inicio a la XII dinastía. Amenemes se va al norte e instala una nueva capital en la ciudad de List, prosigue con la política de Mentuhotep, se anexiona la baja Nubia, continúa las explotaciones de mineral en el Sinaí y manda construir poderosas fortificaciones de hasta 6 metros de altura, vigiladas por soldados.
El Imperio Medio termina con la XII dinastía y el reinado de una mujer en el 1785 A.C. en donde Egipto entra nuevamente en un período de crisis para el segundo período intermedio con fuertes disputas por el reino entre los faraones de la XIII y XIV dinastía, lo cuál permitió la infiltración de invasores extranjeros de Palestina y Siria llamados hicsos.
Los hicsos se instalaron en Egipto aprovechando la debilidad de los faraones de la XIII dinastía, fundaron una nueva capital llamada Avaris y su jefe Salitis fundó sus propias dinastías la XV y la XVI entre el 1730 A.C. y el 1580 A.C. mientras que a su vez los faraones reinaban en principados bien sean en Tebas o en Menfis. Los hicsos eran poderosos guerreros, utilizaban el harpa, un arma en forma de hoz y los carros de combate tirados por caballos que fueron adoptados por los egipcios, además de aprovechar sus conocimientos en el manejo del bronce, los Hicsos a su vez adoptaron y se hicieron con las costumbres, los dioses y las tradiciones egipcias.
Posteriormente los príncipes egipcios refugiados en Tebas se rebelaron e hicieron independientes, Rahotep fundo la XVII dinastía, formo un ejército bien entrenado y al final del reinado de Apopi I, último rey hicso empezaron las luchas, en donde los príncipes egipcios rechazaron a los egipcios y los expulsaron al norte, mientras sometían Nubia al sur. Entre 1600 y 1580 A.C. un príncipe tebano, Ahmosis consiguió reconstruir el imperio egipcio y fundar la XVIII dinastía y con ello el Imperio Nuevo.
Amenofis I, hijo de Ahmosis continuó con la obra de su padre y reorganizó el país, dirigiendo pocas campañas militares, pero si muchas construcciones como varios templos y entre ellas su propia tumba, acompañado con buenas dádivas a los funcionarios del imperio con las que se gano su apoyo. Al morir dejo su reino a su hijo Tutmés I, quien emprendió importantes campañas militares desde Nubia hasta el Éufrates, expandiendo y trayendo prosperidad al imperio.
A la muerte de Tutmés I en 1520 A.C. se suscito un problema sucesorio, como el rey se había visto obligado a casarse con su tía, la cuál solo tuvo una hija, llamada Hatseput quién toma el poder y se casa con su hermano Tutmés II, pero a su muerte en 1504 A.C. se casa con su sobrino Tutmés III a quien mantiene lejos del poder del imperio. La reina llevo a cabo importantes políticas de grandes obras y buenas relaciones comerciales con los países extranjeros, no perdió ninguna de las conquistas egipcias y obtuvo de sus relaciones comerciales marfil, ébano, oro, cobre, piedras preciosas, frutos y plantas comestibles.
A la muerte de Hatseput hacia el 1493 A.C. su esposo Tutmés III enfurecido y lleno de rencor, mando a destruir todas las obras dedicadas a su esposa y a borrar todas las inscripciones que aparecía su nombre. Durante su reinado reanudó campañas militares en Nubia, anexionándola prácticamente toda al país, en Palestina obtuvo una victoria en Megidó y ocupó Biblos y Simyra, hasta llegar a cruzar el Éufrates tras 18 campañas. Organizo estos países en protectorados dirigidos por representantes del pueblo fieles a su reino, trayendo a Egipto esclavos, madera y metales preciosos. Su primogénito Amenofis II, continúo con la expansión militar desde su reinado en 1450 A.C. pero los faraones siguientes Tutmés IV y Amenofis III se limitaron a intimidar y vigilar a los pueblos de las fronteras sin expandir el imperio. Durante la XVIII dinastía el poder esencial fue el militar, utilizando a los carros de guerra como fuerza de élite el imperio creció considerablemente tras numerosas victorias, en donde los oficiales militares y altos dignatarios aumentaron su poder y de la misma manera los sacerdotes de Amón aumentaron fuertemente su influencia siendo un peligro para los faraones, en donde Egipto vivió su período de mayor comodidad, con grandes obras, hermosos vestidos, arte y literatura.
Al morir Amenofis III en el 1372 A.C. su hijo Amenofis IV toma el poder, mientras los sacerdotes de Amón aumentaban su poder y propiedades equiparadas con las del faraón. El joven emperador se casa con Nefertiti, una hermosa reina, en donde el soberano decide cambiar su culto religioso al dios Atón sobre Amón, por lo que los sacerdotes de Amón reaccionaron en una lucha contra el culto del faraón.
El rey y la reina decidieron marcharse de Tebas, ciudad de Amón y mandaron a construir una nueva capital en la actual Tell al-Amarna llamada Ajtatón. El rey adopta el nuevo nombre de Ajnatón o agradable a Atón construyendo su gran ciudad con patios, jardines, estatuas reales, residencias de sacerdotes, un barrio para artesanos, su propio cuerpo de guardias semejantes a los policías de hoy en día, así como una renovación en las representaciones artísticas basadas en la figuración de personas, mientras todos en la ciudad le rendían culto al dios Atón.
Entregado totalmente a su fe y a su familia Ajnatón olvida todo lo relacionado con las conquistas y la administración del reino, mientras sus funcionarios y escribas buscan como enriquecerse el imperio se resquebraja y el faraón en su locura manda a liberar a todos los pueblos sometidos al culto de Amón. A la muerte de Ajnatón en el 1354 A.C. el clero de Amón restaura su culto, la capital construida por Ajnatón queda destruida y los sacerdotes se aprovechan de la juventud de sus sucesores Semenjaré y Tut Anj Amón, mientras el mayordomo Ay dirigía los asuntos internos, un general llamado Horemheb, apoyado por los sacerdotes de Atón restaura el poder de los faraones, pero al no tener descendiente deja el reino en mano de uno de sus amigos llamado Ramsés, quien funda una nueva dinastía para 1314 A.C.
El nuevo faraón era un militar quien gobernó con la ayuda de su hijo Seti, instalándose en Menfis, la antigua capital del imperio con el objetivo de alejarse del culto de Amón. Al morir, su hijo Seti I sube al trono e inicia una política de equilibrio religioso haciéndose llamar hijo de Amón para satisfacer a los sacerdotes de Tebas e hijo de Ptah para complacer a los sacerdotes de Menfis, pero destacando siempre a su dios Set. Seti I llevo a cabo una fuerte política exterior, al establecer la influencia egipcia en los límites del imperio, lucha contra los hititas en Siria y Palestina, llegando hasta Qades, hasta que finalmente firma un tratado de paz con estos. Posteriormente lucharía contra los libios y los nubios, mientras que mandaba a construir una inmensa tumba en el Valle de los Reyes, revitalizando las construcciones y el trabajo de las minas, principalmente el oro y las turquesas, así como de las canteras.
Hacia 1300 A.C. a la muerte de Seti I, su hijo Ramsés II, el elegido de Ra accede al poder. Es considerado el más celebre de los faraones egipcios, tuvo numerosas esposas y de ellas muchos hijos, creo ciudades nuevas, amplió el imperio, mando a erigir estatuas gigantescas, templos, capillas y ciudades como Abu Simbel, grabando sus hazañas en dibujos y textos. Ramsés II llevo a cabo importantes campañas en Siria y Palestina, la más celebre de todas, la de 1284 A.C. en la que intentó apoderarse de la ciudad de Qades de los Hititas, considerada como una de las más grandes batallas de la Historia, terminando con una alianza de paz con estos que tardo casi 16 años en realizarse.
A su muerte en el 1235 A.C. le sucede su hijo decimocuarto Menefta, al morir los otros 13, durante su reinado el pueblo vivía en perfecta paz, pero se vio interrumpida por la incursión de los pueblos del mar, que finalmente fueron expulsados por los egipcios en una lucha que trajo 6000 muertos y 9000 prisioneros de guerra. A la muerte de Menefta el imperio se sumió en un período de rivalidades y luchas intensas entre los descendientes de Ramsés, hasta que en 1198 A.C. Setnajt fundara una nueva dinastía. A este le sucede Ramsés III quién emprendió campañas militares contra los libios y los pueblos del mar, muriendo en 1168 por un complot llevado a cabo por la reina Tiy. Sucediendo en el trono una serie de faraones llamados Ramsés, desde el IV hasta el XI la autoridad real se tambaleo, acompañado con escándalos por parte de los sacerdotes de Amón, llevando al imperio a una ruina de hambre y saqueos constituyendo el fin del Imperio Nuevo.
En el delta un faraón llamado Smendes, sucesor de los ramésidas fundo la XXI dinastía, mientras que en Tebas los sacerdotes de Amón nombraron como su soberano a un jefe militar llamado Herihor, por lo cuál Egipto entro en un período de caos político como consecuencia de las ambiciones de los sacerdotes tebanos y por las incursiones de los nubios, libios y semitas. Posteriormente Psusenes II fundaría la XXII dinastía, derrotando al reino de Israel restableciendo el dominio egipcio sobre Palestina.
Hacia 780 A.C. el poder central se disgrega dejando el valle del Nilo libre para la invasión de los nubios del reino de Kush, en donde solamente los príncipes de Sais representados por Tefnakth y Bakenrenef consiguieron resistir el avance, pero Sebacón rey de Kush, derrota a los Sais y funda la XXV dinastía etíope, conquistando todo el valle del Nilo para el 715 A.C.
En el 671 A.C. el rey asirio Asarhaddón conquista el Bajo y Medio Egipto, llegando casi hasta Tebas, ciudad que es conquistada por Assurbanipal destronando al último faraón etíope Tanutamón en los intentos de liberar a Egipto del dominio asirio. Psamético I, príncipe de Sais, aprovecho que Assurbanipal había retirado su ejército de Egipto y consiguió liberarlo, unificando el país y reactivando su economía. Durante el reinado de Necao II se formo un ejército basado en mercenarios griegos y ante la decadencia del imperio asirio, Egipto decidió conquistar Palestina y Siria, hasta el Éufrates, pero son detenidos por el rey de la renacida Babilonia, Nabucodonosor en Karkemish en el 605 A.C. Los sucesores de Necao prosiguieron con la expansión hacia Siria y Palestina y tuvieron que defenderse de la tentativa de invasión Nubia, hasta que finalmente los tres últimos faraones de la XXVI dinastía tuvieron que hacer frente a la amenaza del imperio Persa.
Los persas conquistaron Egipto en el 525 A.C. tras derrotar a Psamético III en Pelusium, por parte del rey Cambises que redujo a Egipto a una satrapía o simple provincia del imperio Persa. La dinastía XXVII, de los aqueménida fue odiada por los egipcios, quienes se levantaban en rebeliones ante la explotación y el desprecio persa sobre las tradiciones egipcias. En 404 A.C. los egipcios con Amirteo de Sais de la XXVIII dinastía, expulsaron a los persas, manteniendo un período de independencia durante las dos últimas dinastías la XXIX y la XXX, hasta que en el 341 A.C. Artajerjes III derrota a Nectane-bo II, el último faraón que cayó ante los persas.
En 332 A.C. Alejandro Magno conquista Egipto, es proclamado hijo de Amón y funda la ciudad de Alejandría, a su muerte en el 323 A.C. en Babilonia uno de sus generales Ptolomeo Sóter, toma el mando y funda la dinastía ptolemaica que duro entre el 305 y el 30 A.C. durante su reinado Egipto fue dividido en nomos o pequeños principados y se inicio un proceso de renovación de las artes y las ciencias con la construcción de Biblioteca de Alejandría, pero a pesar de ello Ptolomeo estableció una discriminación entre egipcios y greco macedonios, en donde los primeros no tenían acceso a ningún cargo importante, trayendo considerables revueltas y levantamientos que debilitaron el poder de la dinastía, que ante las amenazas siriomacedónicas pidieron el apoyo de Roma .
En el 51 A.C. al morir Tolomeo XII, deja su reino en manos de su hijo y su hija Cleopatra de 17 años, quien se vuelve soberana al casarse con su hermano de 10 años Tolomeo XIII. La situación de Egipto era desastrosa y el hambre era constante en el imperio, por lo que la joven tuvo que enfrentarse a esto y a las presiones de los ministros de su hermano que consiguieron expulsarla de Alejandría, pero cometieron el error de asesinar a un general romano llamado Pompeyo, enviando su cabeza a César, quien busca venganza sobre Egipto mandando a castigar a sus asesinos, pero Cleopatra envuelta en una alfombra consigue burlar a los guardias y presentarse ante el emperador, quien queda enamorado por los encantos de la reina y la restituye como emperadora de Egipto, llevándosela a Roma, consiguiendo la reina mantener a los faraones lágidas en el poder.
A la muerte de César Cleopatra vuelve a Egipto y manda a asesinar a su hermano Tolomeo XIV, dirigiendo el imperio en nombre de su hijo Cesarión de 3 años de edad. En 41 A.C. se entrevista con Marco Antonio en Egipto, quien le solicita ayuda para enfrentarse a Octavio, heredero del emperador Augusto, enamorado de Cleopatra rompe las relaciones con Roma y crea un imperio basado en Egipto, en donde conquista Chipre, Creta y Fenicia, prosiguiendo una lucha contra los partos, mientras Cleopatra renovaba las tradiciones y las artes egipcias, así como el culto a los dioses. En el 31 A.C. Octavio en la batalla naval de Actium, gracias a las cohesiones de las legiones romanas, consigue derrotar a los navíos de Cleopatra y Marco Antonio. En Alejandría Marco Antonio se suicida, así como la reina de Egipto por el miedo ante la derrota, Octavio manda a asesinar a Tolomeo XV, desconociéndose el destino de Tolomeo XVI y con ello el fin de la dinastía lágida y de un imperio que habría durado milenios con grandes aportes para la humanidad.
Continuara...
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